30 de Junio de 2014
Boletín No. 202
Deja Crecer al Hombre…
Una de
las concepciones que manifestó mi espíritu cuando esbozaba la Tesis Doctoral
era el impacto del título y la enseñanza que podía dejar más allá del libro que
se crearía, es entonces cuando nacen multitud de ideas y como siempre no es de
lo difícil ni lo complejo sino de lo simple y lo cotidiano de donde aflora
todo, es observando esa cotidianidad y revirtiéndola en aplicación científica
donde al final nos damos cuenta que todo está creado, que Dios ya diseño todo y
nosotros simplemente descubrimos, por tanto no somos creadores de nada. Es así,
como en nuestro entorno coexisten gran cantidad de personas de diversos tipos y
profesiones, talentos y capacidades que debemos también descubrir y se
encuentran a nuestra disposición, pero hay que dejarlos crecer.
Es tu labor, tu actitud, y el desarrollo
de tu liderazgo muchas veces incomprendido que marca la diferencia, es tu
escuchar y la sabiduría de no limitar a tus colaboradores lo que permite el
tono correcto en una música gerencial exitosa, debes poseer el control pero sin
limitar criterios ni aspiraciones, por el contrario, motiva, déjalos que creen,
simplemente da los toques necesarios para que sean conscientes de sus talentos
y capacidades, nunca faltara el disperso, el que no desea acoplarse o quien interfiera
los planes de éxito, a ese evalúalo, hazle seguimiento y trata de convencerle
de una acción mejor, de no ser posible como al buen vino aplícale el decantador
para que se haga notoria su falla y sea evidenciada su salida ante el cristal
de la organización, eso sí, sin bajezas solo con honestidad dejaras un
compañero de camino y no un resentido como piedra de tropiezo.
Busca siempre lo mejor para tu equipo
dentro del marco de posibilidades que puedas promover sin comprometer tus
capacidades ni generando compromisos impropios que puedan afectar a otro, trata
en todo momento que las valoraciones personales queden fuera de todo marco
organizacional y con esto evitar preferencias insanas y obviamente
improductivas que interfieran con lo que pretendas tener como objetivo de logro.
Estimula el estudio, la preparación
constante, así tendrás un mejor equipo, no cultives envidias ni egoísmos que
solo merman el espíritu y agotan el intelecto necesario para mejores cosas,
deja a tu gente crecer con su tiempo, proyéctalos para lo mejor, orienta, habla
y sobre todo escucha, cambia lo necesario, no retardes ningún proceso, utiliza
al máximo sus potencialidades, déjalos que promuevan discusiones productivas,
que afloren sus personalidades verdaderas que la expongan ante el mundo y
conviértete sencillamente en el gran alfarero de esos recursos valiosos
denominados Talento Humano. Solo así
los dejaras Crecer.
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos, y un
Respetuoso Abrazo Virtual.
C.E.O
/ Carlos Omar Delgado Carpio
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