17 de Enero de 2022 - Boletín Nro.415
Preparados, Listos y Dispuestos...
"Venezuela, es Urgente Reilusionarnos como País"
Dios nos permite enfrentar en su magnanimidad un nuevo año y nuevos retos que nos llevan a hacer y crear en la intención de realizar aportes positivos a este mundo ya convulsionado, esencia fundamental del líder que nos corresponde llevar a cabo en razón de dar lo mejor de nuestras virtudes, principios y valores a todo lo que implique nuestro entorno y todo lo que encierra nuestra área de influencia, por eso, en nuestro primer boletín del año 2022 no quería dejar pasar por alto estas reflexiones a las cuales nos obligan los tiempos que vivimos.
Para nadie es un secreto que el año 2021, al igual que el 2020, ha sido un tiempo de muchas batallas y pruebas. Pareciera que estamos en un entrenamiento intensivo donde nuestro corazón se estiró hasta más no poder y nuestras fuerzas se agotaron, nuestros ojos se han secado de tanto llorar y sólo la esperanza ha sido la máxima compañera. Todos hemos pasado por situaciones difíciles y muchas veces los obstáculos por lo difícil que se tornaba saltarlos nos desalentaron y pensamos en desmayar, pero hoy, al mirar hacia atrás, después de cruzarlos con mucho esfuerzo nos damos cuenta con una sonrisa en el rostro que no eran imposibles de vencer. Por eso el Líder en cualquiera de sus concepciones no puede olvidar que está hecho del más noble material y por las mejores manos, es decir, las del Dios Creador que nos instruye diariamente y cual alfarero nos da forma y carácter programándonos de manera imperceptible para vencer.
Es así, que entramos en conciencia de algo muy importante: Hemos permanecido de pie en medio de la tormenta, porque creímos sin desmayar; nos percatamos con regocijo que hemos logrado avanzar y salir fortalecidos del trance porque nos sobrepusimos a nuestra propia debilidad. Pero toda esta victoria tan notable tiene solo una razón: pudimos lograr superar nuestros límites, porque nuestro Dios ha estado con nosotros todo el tiempo, a dondequiera que estuvimos. Él ha cumplido con nosotros la promesa que le hizo un día a Josué: “Mira que te mando que te esfuerces, que seas valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas” (Josué 1:9). Por eso el inicio del año 2022, es un tiempo para dejar a un lado del camino las pesadas cargas de los viejos resentimientos. Es un momento propicio para aprender a perdonar, para reconciliarse con los seres queridos, e incluso también con aquellos que no lo son, de reencontrarnos como país y trabajar unidos por la mejor versión de nosotros mismos y la que podemos consolidar como nación. Es tiempo para amar y compartir con todos, sin angustias y sin afanes. Es momento de entender que mientras menos estresado y presionado estés más felicidad y alegría tendrás junto a tus seres amados. Si tienes familia y amigos, siéntete afortunado, y tómate el tiempo de estrecharlos, apretándolos fuerte, para que sientan tu corazón. Perdona y pide perdón a quien tengas que hacerlo, y a los que te son más cercanos, abre tu boca y dile cuánto los amas, porque el Líder se crece en la humildad de su espíritu y en la cercanía que profesa.
¡La vida es tan corta! que hoy estamos y mañana no lo sabemos, por eso no hay tiempo que perder. Regala todo el Amor que puedas, prodiga cariño, reparte mucho afecto, y agradece a Dios por cada momento de tu vida, por los buenos y también por los no tan buenos. Que en este inicio de año no falten las escenas de reencuentro en cada hogar, como también de amor y grandeza por nuestro país, que hayan buenas sorpresas para compartirlas en familia y como nación. Que prevalezcan las ideas de dar, de ayudar, de amar, y de agradecer; que se mantenga el ánimo para repartir alegría y dispensar felicidad, y que esas acciones se extiendan durante todo el año 2022 para que el Dios de la Esperanza nos llene de mucho amor, de abundante paz, y de grandes alegrías y “nos haga aptos para toda buena obra para hacer su voluntad” como dice en Hebreos 13:20,21. Tenlo Presente.
Carlos O. Delgado C.
