14 de Marzo de 2022 - Boletín Nro.419
De Todo un Poco...
"Venezuela, es Urgente Reilusionarnos como País"
Se
dice tanto del liderazgo, de lo que implica ser un líder, de las cualidades y
virtudes que esta persona debe poseer y que a veces se hace cuesta arriba ni
siquiera imaginar cómo se podrían calzar esos zapatos para actuar en
consecuencia de las exigencias y requerimientos que establecen libros, autores,
personas estudiosas del tema y un sinfín de aspectos que rodean a esta entidad
que denominamos líder. Sin embargo, partiendo de un elemento básico, sencillo y
comprensible “todos somos líderes” porque absolutamente todos desde que nacemos
incluimos en nuestra integridad como humanos talentos y capacidades que pueden
ir desarrollándose y perfeccionándose para adaptarlos a este objetivo en un
espacio de tiempo que luego hay que cultivar diariamente y que también puede
desarrollarse aunque no lo crean con las simples vivencias que genera el hecho
de existir y que coloquialmente muchos lo llaman “la Universidad de la Vida”.
Ahora
bien, un líder es sinónimo de servicio y su presencia indica que existe para servir
a los demás, un líder es altamente relacionado con los suyos y su interacción
es constante en todos los niveles, un líder primero inspira y luego motiva
porque moldea desde su alma, con su actitud, con su espíritu para luego
impactar con las ganas de hacer las cosas a través de ese motivo que te lleva hacer
o crear según las circunstancias. Un líder forma a personas durante toda su
vida, transmite conocimientos, busca y estimula el crecimiento de su entorno,
no lo gobierna el egoísmo y disfruta dar la mano a sus seguidores para
convertirlos es su potencial relevo celebrando sus triunfos y viendo en ellos
las posibilidades que sean aún mejor que él mismo. Posee una calidad humana que
permite concentrar a su lado más espontaneidad que obligación, más interés por
crecer y aprender que esfuerzo y molestia entre sus congéneres, es un ser que
amalgama potencialidades para el cual no existen casualidades pero existen
muchos propósitos.
Sin
embargo no solo florece lo bueno, también aunque todo tiene un porque o un
origen de igual forma nace lo que consideramos improductivo por el solo hecho
de estar fuera de los parámetros que estimamos aceptables en nuestro entorno,
es decir, existe ese líder que denominan como negativo, el que recibe
inspiración de la vida misma, de la calle, de lo que él consideró su defensa
ante el mundo y de la cual le ha tocado asumir ventajas y herramientas para valerse
ante la sociedad, y aun así, en el ejercicio de ese liderazgo que pudiéramos denominar
empírico este se compenetra con los suyos, desarrolla potencialidades, marca
pautas y actitudes que definen a su equipo como muy comprometido, entregado,
fiel a sus objetivos y al entorno donde se desenvuelve, es altamente empático, cual
mosqueteros son todos para uno y uno para todos, son más leales en sus
actuaciones y convicciones que cualquier instruido en el área de liderazgo aspecto
que da mucho que pensar en este medio y hace que su forma de ejercerlo sea
motivo de revisión y estudio, pero generando a su vez puntos de encuentros
fundamentales.
Hemos
paseado en estas líneas por lo ideal, por lo bueno y lo que consideramos no tan
bueno pero también encontramos en la humanidad del líder factores que parten de
su esencia, como las emociones que gobiernan sus días pero trastocando la
posibilidad de un carácter irritable que puede estar motivado, es un ser que también
lo abate la soledad, la preocupación, la incertidumbre, la privacidad, el amor,
la familia y ciertas responsabilidades que solo le atañen a él. Siempre
recuerden que el líder es gente, persona, humano, individuo que se equivoca,
que cae, que llora, que sufre, que lo agobia el dolor, que lo afecta la
injusticia y que desea en cualquiera de sus concepciones un mundo mejor para
los suyos.
Estas líneas
de hoy solo son el reflejo de asumir que el líder es netamente humano, falible, que puede errar y por eso
su condición espiritual debe estar gobernada por lo alto y lo divino que
inspira su Creador siendo esta la única manera de liderar con verdadero propósito,
efectividad y fortalezas que solo se adquieren de la mano de Dios. Tenlo
Presente.
Carlos O. Delgado C.