domingo, 30 de agosto de 2015


31 de Agosto de 2015

Boletín No.233

Ayuda a resolver, pero no lo resuelvas tú…

¿Cuantas veces nos ha pasado en nuestro quehacer humano y profesional que personas de nuestro entorno se acercan a nosotros buscando la palabra, el consejo o la solución adecuada a una situación, una problemática o un simple asesoramiento? ¿Sabes lo que esperan de ti? ¿Conoces cómo te valoran y te observan?
A todos los que nos corresponde la delicada misión de liderar, dirigir y gerenciar, se nos observa de alguna manera como la persona a la cual se tiene y se debe acudir ante cualquier eventualidad, incluyendo el ámbito personal y obviamente sin descartar el aspecto profesional, y es porque se percibe a ese hombre o mujer con una inteligencia y sabiduría capaz de dar soluciones efectivas a cualquier situación, se nos percibe como las personas que poseemos las palabras y gestos adecuados con capacidades para tranquilizar las ansiedades propias de un problema que amerita una mente idónea para resolverlo. ¡Cuidado con esto!  Las personas que te rodean y sobre todo aquellas subordinadas a ti, si bien se acercan de buena fe, también esperan que aciertes con la palabra mágica que solventará la posible situación y tú eres el encargado de canalizar esa valoración, en pro de ayudar pero permitiendo el espacio necesario para que el interesado actué y decida en base a su criterio y no del tuyo. Tú brindas herramientas y el interesado la usa.

Por todo esto, prepárate para escuchar, prepárate para absorber los planteamientos sin involucrarte en las situaciones planteadas, debes ser asertivo, positivo y sobre todo real, exponer las posibles consecuencias de una situación que puedan afectar a tu interlocutor, no se trata de consentir y complacer sino de dar buenos consejos que impliquen efectivas soluciones y consideraciones que faciliten a quien te interpela tomar la decisión adecuada, recuerda que no eres tu quien tomará la decisión, deja que sea el interesado quien las tome, tu simplemente serás un conducto de luz para brindar alternativas que contribuirán tanto en su crecimiento como en su accionar ante cualquier circunstancia, es decir, le darás la caña, el anzuelo pero no el pez.

Muchas veces se nos busca como si fuésemos personas infalibles, como si nuestra vida estuviera resuelta y no tuviésemos dentro de ella nuestras propias circunstancias, por eso te digo, manifiéstate real ante los tuyos, de carne y hueso, inclusive utiliza situaciones símiles de tu vida para ayudar a conseguir salidas a problemáticas de otros en virtud de la experiencia que pudieses tener, recuerda que esto es un buen ejercicio de coaching donde ayudaras a encontrar el camino, pero ese camino con tu ayuda lo debe ubicar la persona con la cual colaboras. 

No te muestres erudito ni supranormal, porque puedes generar un efecto contrario en los tuyos, conserva la cercanía, la sencillez y la humildad, la empatía y sobre todo la escucha activa, solo así podrás ayudar a tu equipo a solventar situaciones sin generar decepciones en función de lo que esperan de ti.
Finalmente, ellos crecerán y tú te sentirás satisfecho por liderarlos.

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos, y un Respetuoso Abrazo Virtual. 


Carlos O. Delgado C.
CEO de Liderazgo en tu Día & Management Training
Coach Gerencial y de Vida.

domingo, 23 de agosto de 2015


24 de Agosto de 2015
Boletín No.232
Crisis a la Carta…

No hay maneras de evitar que en nuestra vida personal y profesional atravesemos por senderos de Crisis que perturben el quehacer de las actividades que llevamos a cabo, en algún momento la crisis se convierte en compañera no deseada de nuestro día, pero a su vez, nace con ella un momento crucial donde asumirla con entereza, responsabilidad y valentía facilita darle el enroque de oportunidad que ella se merece. Es decir, proceder a cambiar la crisis por beneficios productivos que revaloricen tu potencial y capacidades, sencillamente, aprendiendo y maximizando ese momento no tan grato por el que puedas estar pasando y traducirlo en una herramienta poderosa de logros y éxito.

Si quieran saber la verdad, no existen recetas ni manuales que resuelvan tu crisis, cada crisis es individual y única, personalísima, tan propia como tu respiración y su resolución solo va a  depender de como la asumas y enfrentes, es así, como tu espíritu, personalidad, profesionalismo, preparación y todos tus valores aprendidos en el recorrido de vida que te adornan salen a la palestra para convertirse en ductores e instrumentos para su resolución, por eso siempre he mencionado en muchos de nuestros boletines que la esencia espiritual y humana debe fortalecerse en la persona que Lidera, Gerencia o Dirige para así poder contar con pilares fundamentales que te sostengan en los momentos que sea necesario. Muchos estudiosos han hablado sobre el tema, diversos apuntes y libros existen en las librerías al respecto, ¿pero te has dado cuenta que tu crisis o problemas no aparecen en ninguno? Es posible que pudiese haber algunas similitudes, pero tu crisis es tuya y por ser tuya es la más grande y la más grave, además, y todo ello, por el solo hecho de pertenecerte a ti.

Por tanto, ante la Crisis solo puedo recomendarles mi experiencia personal aplicando las siguientes acciones:  mantengan la calma y la ecuanimidad, razona con frialdad, toma espacio para ti, despéjate de ser posible hasta del ambiente que pueda gobernar tu rutina y coloca en la mesa lo que consideras que debas resolver, separa la problemática, desglósala al detalle y trata de ir resolviendo punto por punto, esto te permitirá ver soluciones de manera rápida y efectiva, concédele prioridades y niveles a los puntos a resolver, obsérvalos con realidad y lo más objetivo posible, no los exageres se realista. No le des permiso a tus pensamientos para que alimenten tus preocupaciones no olvides que nuestra imaginación es muy prolífica y puede crear escenarios sobredimensionados, por ello tengamos en cuenta que la realidad nunca va a la par de la imaginación. No te consideres superhéroe, asesórate, pide ayuda, busca personas que favorezcan el nivel de decisión necesario para colaborar contigo a fin que puedas tomar la mejor opción en pro de una bien razonada solución, enfrenta un caso a la vez, deja el ayer en el ayer ya no lo puedes cambiar, actúa hoy porque el mañana traerá sus propias situaciones, persevera en lo que te dé resultado y desecha de inmediato lo que distraiga tus capacidades, finalmente y de ser necesario sal de tu zona de confort esto facilitará los cambios y acciones necesarias que debas realizar brindando espacios a nuevas perspectivas que favorecerán tu nivel gerencial.

Hagamos lo necesario para tener mejores Crisis, que la Crisis no te Disfrute. Vívela tú a ella y saca el mejor provecho posible.

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.