miércoles, 21 de junio de 2023

19 de Junio de 2023 - Boletín Nro.450

Influencia Hoy... 

"Venezuela, es Urgente Reilusionarnos como País"


La tarea principal de un líder es crear las condiciones ideales para que los miembros de su equipo saquen lo mejor de sí. La entrada en el mundo del trabajo de la última generación, los milenials, ha cambiado muchos de los parámetros establecidos en este sentido. Por eso, ser un líder para un milenials no significa necesariamente ser un CEO, su definición es más abierta, menos jerárquica, quieren ser líderes transformacionales que desafían e inspiran a otros y marcan una diferencia en el mundo. Para ellos las soft skills (habilidades blandas) son clave para el éxito. Por eso, las generaciones anteriores que ahora ocupan posiciones de liderazgo deberían adaptarse a estas nuevas expectativas.
 
El liderazgo tiene que cambiar de piel para obtener resultados, abandonar la rigidez estructural de la jerarquía y orientarse más hacia el poder de la influencia y la capacidad de generar confianza. La influencia es moralmente neutral (puede ser usada para bien o para mal), pero siempre involucra tanto las relaciones como los resultados. Se puede influir sin ser un líder y se puede liderar sin influir, pero no se puede ser un buen líder sin influir. El liderazgo surge de la autoridad, la influencia nace de la conexión. Si las personas se sienten conectadas, se abren a la influencia de otros.

El liderazgo no desaparece, de hecho todavía es más necesario, pero se transforma y tiende hacia el modelo del liderazgo femenino, en el que la influencia y lo que denominamos el soft power (poder suave) se potencian para obtener el máximo rendimiento del equipo y de los individuos, todos involucrados en un proceso de toma de decisiones que se vuelve compartido, dirigido e influido, donde la mayor apuesta será por las cualidades de valor, tales como, la empatía y la comunicación personal, con las que influir en los demás y hacerlos converger hacia resultados y objetivos comunes aumenta la productividad, generando efectos positivos sobre el rendimiento y en la resiliencia de las personas y de las empresas. Por eso, un comportamiento demasiado autoritario en contextos en los que operan los más jóvenes puede alimentar un clima pesado y promover el estrés, el miedo y el agotamiento, lo que compromete la motivación y el rendimiento. Los líderes que quieran construir en la actualidad un ambiente de equipo saludable, deben aprender a controlar menos e influir más.
 
Con la influencia una persona puede inspirar a otras a seguirle, a comprometerse con una visión compartida. Este tipo de liderazgo no requiere necesariamente poder de posición, o mejor dicho es mayor que el poder de la posición. Las personas influyentes combinan otro tipo de poder con sus habilidades para ganar estatus en un grupo y cuanto más estatus tiene una persona, más influencia y liderazgo puede ejercer. Los mejores líderes poseen rasgos como la confiabilidad y la capacidad de comunicación y los complementan con una autoridad legítima y reconocida que transforma a todo el equipo de colaboradores en líderes, y que se traducen luego, en una organización constituida por elementos inspirados a ganar, y todo gracias al poder de la influencia, en lo cual nos debemos formar y preparar cada día, porque ya en la actualidad ejercer la influencia se ha convertido en todo un arte. Tenlo Presente.

(*) Articulo basado en los conceptos de Andrés Raya Donet

Carlos O. Delgado C.

@liderazgoentudia

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.