18 de Febrero de 2019
Boletín No.342
Visión y Reflexión para un Líder...
Venezuela, No lo Olvides… Es Urgente Reilusionarnos como País.
Un
Líder, un Director o un Gerente se compone de un conglomerado de elementos que
van desde lo humano hasta lo divino, de lo cotidiano a lo espiritual, de la
resolución de un conflicto que implique severidad y contundencia en sus
acciones hasta el apacible instante de valorar y compartir la sonrisa de un
niño o el disfrute placido de un momento de soledad que lo haga encontrarse
consigo mismo. Pero en todo este paseo de
emociones
y circunstancias no podrá olvidarse jamás del rol y responsabilidad que
ejerce ante los suyos, ante su entorno y ante el
determinado momento que estableció como una decisión de
vida representado
en el ser y
servir
a través del ejercicio activo del liderazgo.
Un
Líder reconoce en cada día la oportunidad obsequiada por el Creador para ser e
inspirar, para entender que existirán jornadas que
impliquen felicidad, como también, que existirán otras que motivadas por las
circunstancias no lo serán tanto y se convertirán en un gran aprendizaje y una
vital experiencia a pesar de lo que pueda sentir,
entendiendo que cada intento que realice para consolidar los objetivos deseados
le mantendrán fuerte y alerta ante cualquier evento que pueda atentar contra el
fin último que pretenda lograr, asumiendo cada error, cada caída, cada aspecto
que quiera
trastocar la
negatividad del entorno como una prueba de valor que debe transformar en
humildad entendiendo
el
hecho que
ser
humilde solo
se traduce en actuar y convertirse diariamente en la mejor
versión de sí mismo, es decir, convertirse en la mejor calidad de persona que
pueda retribuirse
al
universo.
Es por ello, que en el Liderazgo que debes
ejercer
no puedes permitir que exista ningún espacio que facilite empañar tu acción y
visión con sentimientos innobles que debiliten las virtudes que te son propias,
es decir debes sobreponerte al resentimiento, al odio, al rencor, la rabia, la
venganza, entre otros, porque el
resultado final de esta situación solo afectara a
tu
espíritu y mermará tus fuerzas. Por
el contrario el ejercicio de tu liderazgo debe estar enfocado en consolidar
empatías, afectos u alianzas estratégicas que te hagan conquistar la luna y no
perderte ese
maravilloso logro por estar diseminado en la tarea de observar
las estrellas, mantén siempre tu enfoque y el norte que persigues eso hará la
diferencia. Recuerda, ponle sazón de Amor a todo lo que haces entendiendo que
el verdadero Amor nace del Corazón y no de la Mente, eso inspira y conforta al
conductor de personas, al promotor de habilidades y talentos
que denominamos Líder, ya sea en su contexto Directivo o Gerencial.
Algo
que no debes olvidar, es que el Líder, el Director o el Gerente es un gran
inspirador del cambio y un constante propiciador de la innovación, pero en su
esencia un
líder está preparado
para ello más no así los suyos, por ello nutre y prepara a tu equipo, hazle ver
lo positivo de evolucionar, que nada tiene que ser traumático si están
formados para
redimensionar sus acciones, que asuman el conocimiento de entender que el
cambio por sí mismo no genera dolor, es la resistencia al cambio lo que afecta
y trastoca la proyección de un logro que potencialmente puede consolidarse en
un éxito para todos.
Finalmente,
ejerce tu liderazgo bajo el canon del respeto y la buena actitud, aplicando
inteligencia y sabiduría en tu quehacer diario permitiendo que tu presencia sea
la que manifieste a los tuyos que “La Razón no Grita, la Razón sencillamente
Convence”. No lo Olvides.
Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.