domingo, 17 de septiembre de 2023

18 de Septiembre de 2023 - Boletín Nro.456

¿Qué nos pasa?... 

"Venezuela, es Urgente Reilusionarnos como País"

Hace algún tiempo llegó a mis manos un libro que se convirtió en un punto de referencia sabio y benevolente a favor de ver las situaciones con otros ojos, con la mirada puesta en la reilusión, todo ello ante las circunstancias conocidas que vive mi país Venezuela, y que desde entonces no han cambiado, ni han mejorado, por el contrario, se han acrecentado, y donde lo que ha pasado es que la resiliencia y la persistencia han tomado el poder a fin de que cada venezolano esté enfocado en subsistir, generando una especie de movilidad que pareciese estar asociada en apariencia a la productividad, cuando en realidad cada ciudadano en su inmensa mayoría lo que está es sobreviviendo para superar cada día. Vemos fastuosas edificaciones, derroche de dinero y grandes gastos que no se compadecen con la verdadera realidad de una población que vive y afronta unas circunstancias tan distintas a las que se quieren proyectar. Es ahí donde aparece el gran conferencista español Luis Galindo con su libro “Reilusionarse, apasiónate por la vida” donde de alguna forma nos hace ver la otra cara de la moneda y sin desmeritar las circunstancias que vive nuestro país nos orienta a que debemos enfocarnos como un todo en despertar, en fijar prioridades, y ver con nuevos ojos lo mejor que vive en nosotros a través de reconstruir los valores y principios ya sea como personas o como nación para poder revertir con inteligencia y sabiduría todo lo que hoy padecemos, y con ello, cambiar las circunstancias y no limitarnos al triste desenlace de “echarnos a morir”. 

Ante estas circunstancias, uno de los elementos más contundentes que se observan en la actualidad es precisamente la ausencia de líderes, no existen líderes, por lo menos en el ámbito público, no existe nadie que aglutine para bien y en el mejor sentido a toda una comunidad nacional para superar la desesperanza, la falta de bienestar y con ello la calidad de vida que merece un pueblo en todos los sentidos, lo que se traduce sencillamente en una gran depresión humana y espiritual donde esencialmente no se le encuentra salida a nada, donde nadie habla de eso y donde no queda de otra sino avanzar.

Amigos, nos acostumbraron a que el líder es el que se encumbra en una tarima a decirnos que le sigamos, el que hace las mejores promesas o el que nos habla más bonito, el que tiene más carisma o el que se caracteriza por ser más “buenmozo”. Que lejos estábamos de un líder, y para colmo aún al día de hoy eso persiste, pero en realidad solo observamos a personas con cierto ejercicio de liderazgo pero sobre todo de manipulación psicológica y verbal que al final y cada quien en su tiempo se podría comparar al “Flautista de Hamelin” ellos con la flauta y nosotros como los ratones siguiéndolos y creyendo en un sueño de país que nunca ha llegado. ¿Qué nos pasa Venezuela? Es una grandiosa pregunta. No entendemos que debemos despertar, exigir, cambiar lo que deba cambiarse, vivir como hay que vivir, ejercer nuestra ciudadanía como hay que ejercerla, facilitando las estructuras de la ley y el orden, pasando la aplanadora por donde haya que pasarla porque lo que se trata es de recuperar los pilares de una nación y refundar sus bases, justicia para quien merezca justicia, destierro y olvido para aquellos que han hecho tanto daño y que no merecen ni siquiera morir en estas tierras, suena duro pero debe ser un norte para los ciudadanos ante tanto servidor falso, falto de escrúpulos, faltos de valores pero sobre todos faltos de venezolanidad. 

Aquí regresamos al libro, ahora bien, mientras hacemos en paralelo nuestro ejercicio ciudadano debemos “Reilusionarnos como País” sabiendo que este es el mejor país del mundo, que tenemos grandeza y hermosura en cada espacio, en su gente, y a pesar de todo en nuestros principios y valores que por un tiempo fueron desvirtuados por unos pocos que deben ser responsables y pagar por ello, pero nosotros, los demás, los que quedamos aquí, debemos conquistar la nueva Venezuela a lo mejor con nuestras últimas fuerzas para nuestros hijos y nietos que no se merecen no tener ni vivir un país como la Venezuela en la cual nosotros crecimos, disfrutamos y vivimos, aquella de sueños y oportunidades. ¡Vamos!!! Arriba los ánimos y reilusiónate con tu país, esa es la orden. Tenlo Presente.

Carlos O. Delgado C.

@liderazgoentudia

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual. 

domingo, 3 de septiembre de 2023

 04 de Septiembre de 2023 - Boletín Nro.455

La Honra como fundamento del Líder... 

"Venezuela, es Urgente Reilusionarnos como País"

Muchos significados entran en el contexto de la palabra “Honra” y estos la definen como la estima y el respeto a la dignidad propia, otro dice, que significa enaltecer o premiar el mérito de alguien, y también se dice entre muchos, que es la buena opinión y fama adquiridas por la virtud y el mérito. Sin embargo, en lo que respecta al ejercicio del Coaching, la Gerencia y el Liderazgo, la honra es un valor que se gana y se adquiere a base de conexión, disciplina, responsabilidad, ética y preparación, pero debemos estar conscientes que esto funciona y gravita en torno a las relaciones humanas, y en el caso de la honra, si nosotros no honramos a nuestra gente, a nuestros colaboradores, no podemos esperar que nadie honre a quienes pretendemos liderar alguna gestión que a ellos les impacte. Por lo tanto, esto casi es un sentimiento que se construye en los pilares de lo mutuo y lo reciproco en el corazón de las personas, de ahí su gran valía cuando a alguien se le otorga la distinción de ser honrado.

Basado en los conceptos emitidos entendemos entonces, que la honra indica la preservación de virtudes personales como la rectitud, la integridad y la decencia, por citar algunos y se asocia histórica y específicamente a la glorificación pública a través del ejercicio de cargos en ese ámbito, siendo en nuestro caso, adaptada su esencia al de profesiones orientadas al servicio público, a la mejora del potencial humano, al crecimiento y desarrollo de sus habilidades, y al coadyuvar a las personas a descubrir por medio de prácticas científicamente estudiadas sus capacidades y talentos para colocarlos en beneficio de una organización y por supuesto de sus vidas pero basándose en sus propias decisiones. Otros aspectos que encierran al término honra en relación con nuestro ejercicio profesional tienen que ver con su conexión con la obediencia, el respeto, la admiración, el decoro, la humanidad, la integridad y la retribución, es decir, que esta palabra recubre nuestro accionar, nuestro desempeño y nuestra actitud con aderezos que nos conllevan ser comprometidos y exigentes con nosotros mismos para poder ser reconocidos y bien valorados por quienes reciben el fruto de las funciones o el desempeño que ejercemos en el ámbito humano y profesional, por lo tanto, no seremos dignos de honra si nuestro quehacer deja mucho que desear, si nuestra ocupación y preocupación por quienes servimos no se ve materializado con verdadera entrega y disposición, llenando el contexto de nuestros servicios con las altruistas palabras que conforman las características para ser honrados y que nos permitirán como personas y profesionales subir al nivel que todo sentimiento aspira sobre la base del trabajo realizado con excelencia. Asimismo, haciendo una observancia sobre la honra, el ver crecer y desarrollar a los tuyos es una parte fundamental de sentirse bien y uno de los aspectos esenciales del liderazgo, porque tal como dice el Padre de los Libros en Proverbios 10:1 “La mejor honra para un líder es ver caminar a sus discípulos en sabiduría” es decir, que podemos establecer como premisa que el líder que inspira honra, porque con su clara visión orienta a su equipo.

Finalmente, quiero dejarles con un claro ejemplo de la honra aplicada al liderazgo.  El fallecimiento, en 2013, de Nelson Mandela, activista y líder sudafricano que luchó por los derechos de su pueblo, fue un golpe muy duro para millones de personas a las que inspiró. No era perfecto, pero tenía una gran empatía y afrontó sus fracasos, sobre todo los de índole personal, con gran transparencia. Alguno de los rasgos de liderazgo que los analistas identifican en él son: infinita paciencia, de hecho, soportó 27 años de duro encierro y tardó cinco años más en ganar las elecciones de su país. La capacidad para perdonar, lo que significa que apreciaba su dimensión humana y la de quienes la rodeaban, esto le ganó la fidelidad y honra de millones de personas. También era una persona con gran empatía que se preocupaba por los demás, era generoso, cauto para emitir opiniones y con una excelente habilidad negociadora, lo que le llevaba a alcanzar acuerdos en los que todos sentían que ganaban. Sin duda era un hombre visionario que nos dio grandes lecciones con su ejemplo. Así, que antes de pretender nosotros ser honrados, honremos nosotros a nuestra gente y esforcémonos por demostrar que podemos ser excelentes líderes. Tenlo Presente.

Carlos O. Delgado C.

@liderazgoentudia

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.