lunes, 25 de septiembre de 2017

25 de Septiembre de 2017
Boletín No.292

La Honra en un Líder...
 
Absolutamente todos y sin excepción,  pasamos por procesos de aprendizajes que nos permiten evolucionar, crecer, generar cambios y tomar decisiones que de alguna forma y en algún sentido son determinantes para nuestra vida, de igual forma, este elemento humano trasciende a nuestro quehacer profesional, gerencial, directivo e impactando proporcionalmente al liderazgo que ejercemos. Es así, como en nuestro cotidiano vivir, debemos cultivarnos, observar y aprender de aquellos que en algún momento ejercen las riendas del liderazgo en nuestro entorno profesional, con ello no te estoy diciendo que debas estar de acuerdo con sus acciones y decisiones, pero recuerda, perteneces a su equipo y por tanto debes honrarle, debes acatar y asumir con criterio de crecimiento, con visión de mejorar y sobre todo de optimizar la construcción de ti mismo, en la intención de saber que en algún instante el error de alguien puede ser tu opción de presentar una buena alternativa o una efectiva solución, pero siempre en buena lid.

Honrar a quien lidera circunstancialmente el equipo al cual perteneces o al líder del objetivo que persiga determinada organización, pasa muchas veces por aplicar inteligencia y sabiduría en cada palabra que pronuncies, en cada acción que pienses acometer, donde en vez de buscar su error o su equivocación, tu talento, personalidad y actitud deberían estar en modo dispuesto para servirle, apoyarle y potenciarle de ser necesario en la conquista común del éxito anhelado, recuerda, tal como expresa el Padre de los Libros “Todo tiene su Tiempo bajo el Sol” y llegará el momento en que a ti te corresponda decidir, tomar esa compleja y vital “última palabra” que determinará la transición de lo intangible a lo tangible, convertir hechos en realidades y de igual forma te gustaría contar con uno y cada uno de los miembros que dicen estar contigo a fin de acrisolar los objetivos programados.

Construye tus vivencias y experiencias basados en el observar, en el saber escuchar con verdadera intención de hacerlo, en reconocer muchas veces que la mejor respuesta se encuentra en el mejor silencio, en percibir a través de las personas de tu entorno que capacidades y talentos poseen para que luego puedas apoyarte en ellos en el momento necesario, generando empatías en base a la  honestidad, la ética y profesionalismo, lo cual se traducirá indefectiblemente en un profundo respeto por tu persona, cohesionando al equipo y llevándolos con ello a un nivel superior. Por ello, no deshonres a tu Líder y aprende se sus errores, busca siempre la luz, sé diligente, actúa con sagacidad y habilidad positiva y creativa, conformando los procesos en los cuales te veas inmerso con la inspiración de tus principios y valores, rodeándote con personas que te generen valor agregado, que estimulen tu potencialidad y crecimiento, que inspiren pero que también enseñen, que compartan y corrijan de ser necesario, pero generando una interacción vital entre la enseñanza y el aprendizaje.

Honra a quienes te forman cada día, a quienes en algún momento te enseñan, a quienes de tu vida aprenden, espera tu momento y madura tus vivencias y conocimientos, honra a tu equipo quienes actúan como si fueran tus manos y que muchas veces se convierten en los creadores de tus sueños y pensamientos, elévalos y ayúdalos a crecer contigo, que sientan tu brazo y apoyo, tu firmeza y afecto, honra , honra y honra con lo más sincero de tus sentimientos y te darás cuenta en la evolución de tu vida el gran liderazgo que construiste.  

Espero poder comentarlo contigo… y recuerda,  Un verdadero Líder Honra a su Dios, Honra a los Suyos, Honra a su entorno y honra cada objetivo que traduce en logro.


Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.

Carlos O. Delgado C.
 
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"
 

domingo, 10 de septiembre de 2017

  11 de Septiembre de 2017
Boletín No.291

Reconociendo a un Líder...
 
 
Nos acostumbramos a llamar Líder a toda persona que parece tener seguidores, a personas que aparentan llegar al colectivo, a personas que consideran que reunir gente genera la connotación e importancia para denominarse líder, o porque tienen personas que en virtud del cargo que ostentan deben obedecer sus directrices, y como estas, muchas interpretaciones y vivencias le brindamos la observancia de expresar que nos encontramos frente a un Líder.

Sin embargo, el líder y su ejercicio denominado liderazgo empieza por ti, por autoconstruir un ser mejor de tu persona, por entender que lo primordial es servir y que la conjunción de tu acción debe estar plasmada con ética y valores, palabra y coherencia en la misma, disciplina y ejemplo, justicia y equilibrio, dar más que recibir, y sobre todo, que entiendas que te debes a tu gente y su entorno, en razón, que todos deben inspirarte para crecer y producir juntos a fin de consolidar un mejor objetivo en común, por aquello de convertirlos en un equipo altamente efectivo. Un Líder se caracteriza por capacitar a los suyos, no por manejarlos, el líder genera buena voluntad e imparte convicción,  y en razón de ello, la autoridad es utilizada con prudencia y sabiduría y solo cuando debe ser utilizada, el líder inspira entusiasmo y está muy lejos de producir temor a los suyos, siempre su equipo le acompaña en el “nosotros” y el “yo” desaparece del plano. 

Un líder ante la derrota o el fracaso la traduce de inmediato en el trampolín de inspiración para el logro de un nuevo objetivo, no se amilana ni anda buscando culpables, ante cualquier objetivo planteado el líder muestra cómo se hacen las cosas, brinda ejemplo y cumple la misión aunado de saber cómo se hace, pero jamás será mezquino en reconocer cuando no domina alguna situación, dando paso a la creatividad y pericia de quien pueda contribuir a lograr el objetivo, generando con ello empatía, humildad, potenciando su respeto, prestancia a su nivel, y mucho más allá, asumiéndose como un verdadero ser humano. Un líder debe entender, asumir y comprender que mucho de su poder se basa en la influencia que pueda generar y que la mejor inversión que puede hacer es prepararse para influir e influir bien, de eso se trata. Necesita conocer ante todo que tipo de influencia genera y como es proyectada a su equipo, recuerda,  del modo que influencies a los tuyos así serán tus resultados, por ello en este aspecto tan fundamental es donde reside la diferencia que marcaras en el liderazgo que ejerzas. Tanto es así,  que uno de los ángulos que componen el esquema del liderazgo lo integran la Influencia, la Comunicación y el Reconocimiento, en esta geometría triangular de lo que significa ser líder. Es decir, debemos comunicarnos de una manera efectiva, elemento que nos conducirá al deseado Reconocimiento y en base a estos dos se produce y consolida la Influencia. Es así, que con ello podemos aumentar nuestro liderazgo e Influencia Potencial.

Otro aspecto característico que nos obliga a reconocer que estamos en presencia de un Líder es cuando este logra que las personas trabajen para consolidar un objetivo sin estar obligadas a hacerlo, y esto sucede únicamente, cuando su equipo o la gente en su entorno sabe, percibe y reconoce todo lo que ellos importan para él, así no sepa nada, es por ello que las personas no seguirán a un líder posicional o establecido más allá de las instrucciones que pueda dar, harán solo lo que tengan que hacer cuando se les pida. Cuando el Líder carece de Confianza los Seguidores carecen de Compromiso, esta es una  formula directamente proporcional, olvídate, el Liderazgo no es una posición, por eso los individuos se sienten frustrados cuando las personas no le siguen por los títulos que pueda poseer. Ahora bien, si ves e identificas estos elementos entre otros en alguna persona de tu entorno, no importando que sea el poseedor del posicionamiento jerárquico u organizacional, estarás en presencia de un potencial Líder. 

Finalmente puedo decirte, citando a John Maxwell, que ser Líder y ejercer efectivamente el Liderazgo comienza en el Corazón, no en la cabeza, el liderazgo florece como una relación significativa y no precisamente con reglas.

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.

Carlos O. Delgado C.
 
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"

martes, 5 de septiembre de 2017

05 de Septiembre de 2017

Boletín No.290

Suerte o Éxito...

Nadie conoce como tú el esfuerzo con el cual realizas las cosas, el empeño que pones en cada objetivo que programas para tu vida, como cuesta en tu intelecto o en la pasión física el poder alcanzar una meta. Solo tú lo sabes.

Nadie puede valorar como tú el precioso instante de una hora laboral o el magnífico disfrute de una hora de descanso, porque solo en ti confluyen pasiones y sentimientos, instantes, momentos, metas, logros de los cuales solo tú conoces el justo precio que pagaste y su inexorable valor, por tanto, no pidas a nadie que los aprecie, que los comprenda e inclusive que los entienda. Las personas que te rodean en gran cantidad solo saben valorar si estas en la cima, si estas escalando o sencillamente y desde su óptica no eres nadie, inclusive y más efímero te miden por lo circunstancial de saber si tienes dinero o no, si tienes más que tal o cual, o por las propiedades que posees y obviamente en donde las posees, sin embargo, recuerda y tal como lo dije, solo es desde su óptica. Para un Líder, un Director o un Gerente, las cosas van más allá de lo que se ven, de la importancia con la cual te puedan mirar, o con la lisonja que hace que estén a tu lado. Un líder trasciende con sus palabras, impacta a las personas con la verdad, es implacable ante la ineptitud pero no deja de tender la mano para formar y transformar a quien lo requiera, es preocupado y ocupado por los colaboradores de su entorno en el ánimo que puedan crecer a su lado, no lo detiene el obstáculo y lo utiliza para impulsarse, todas estas, situaciones que muchísimas veces son intangibles al ojo humano.

Este conglomerado de cosas que de forma escrita pasan tan rápido ante nuestros ojos, se traducen en tiempo, constancia, virtudes, esfuerzo, empeño, siembra, cosecha, estimulo, enseñanza y otros aspectos, sin embargo, en cada uno de ellos está marcada la pauta de potenciar vidas a través de la tuya que finalmente es meritorio y sublime, ya que de esa manera das paso al próximo nivel que es permanecer en tus conocimientos, enseñanzas y productividad en cada persona que impactes con tu vida, multiplicas tus 24 horas de vida en muchos que transportaran tus enseñanzas y donde te verás multiplicado en miles a través de tu esfuerzo.

Como llamarías a eso, ¿Suerte o Éxito? Esta sería una gran pregunta que necesitaría una gran respuesta. Déjame decirte, que se llama Éxito, que puedas lograr a través de ti en otros, que puedas ver mejores personas a tu lado, que puedas rodearte de gente proactiva y altamente eficiente, ver tu mundo plagado de compromiso y de intereses en favor de una mejor oficina o de un mejor país, que puedas admirar el fruto de tu esfuerzo entendiendo que ya no estarás solo porque existen muchos que acompañan tu labor, que en alto grado tu equipo se pronuncie a favor de la excelencia y que no deje atrás a los que son un poco más débiles entrenándolos para ser mejores. Tus espacios se convertirán en el habitáculo del éxito, de la ganancia, de la prosperidad y el avance indetenible por el logro de cualquier objetivo que te propongas, sin embargo, esta labor es diaria, es de constante siembra que no puedes descuidar, ahí está el compromiso que debes asumir contigo y para con los demás, por tanto, esta no es tarea fácil ni mucho menos para débiles.  


Existe la otra visión, de los que pudieran llamar a tus logros “Suerte” quiero decirte que no es así, llamar suerte al esfuerzo diario, a la constancia y la disciplina de lograr objetivos potenciadores es solamente la observación y sentimiento mezquino de algunos en no atreverse a reconocer el tiempo y gran esfuerzo de otra persona que se encuentra inspirada en lograr, para consolidar y construir un mundo mejor. 

No permitas que llamen “Suerte” a tu labor, no permitas que llamen “Suerte” a los frutos de tu cosecha, exige siempre que le den el merecido nombre a tus valores y entrega. El Líder, el Director o Gerente no debe ser nunca un elemento constituido por la “Suerte” ya que su inspiración, su denuedo, su actitud, su labor y constancia, la disciplina, el aprendizaje y enseñanza entre otros aspectos comulgan únicamente con la refulgencia de una palabra “Éxito” …que no se te olvide.

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.

Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"