29 de Julio de 2019

Boletín No.356

Coaching ¿Si o No? ...                                                                                                         

                                                 

Venezuela, No lo Olvides… Es Urgente Reilusionarnos como País.

En la actualidad y con el auge que ha tenido la disciplina del Coaching se entiende que existan dudas con respecto a lo que es y lo que no es un coach; que si es una persona que me dice cómo actuar, que si me enseña, que si aconseja, que si regaña, que si pone límites, que si me va a juzgar por lo que hago o dejo de hacer. En fin, hay varias preguntas que comúnmente se hacen los que indagan respecto a esta importante profesión. Por eso, en este boletín trataré de aclarar algunas de las cuestiones más recurrentes que manifiestan los clientes, y decirles de manera breve y concisa qué es lo que realmente puede hacer un coach por ustedes, ya sean emprendedores o cualquiera que necesite de nuestros servicios. Es así, que iniciaré con una definición sencilla pero bastante completa: El coaching es una metodología poderosa a través de la cual es posible ayudar a otra persona a desempeñarse hasta lo más alto de sus capacidades.

En tal sentido, podemos con ello establecer que a través del coaching se busca cumplir tres primordiales objetivos:
- Promover una mayor consciencia en las relaciones y habilidades interpersonales.

- Enfatizar la importancia de un cambio generativo y no solamente correctivo de las conductas y  

  capacidades del cliente.

- Enfocar los valores y creencias del coachee (cliente) para convertir sus metas en realidades útiles para él y su organización.

Después de estas definiciones, algunos podrían pensar que el coaching es algo parecido a una terapia. Sin embargo, una terapia se centra en los sentimientos, y no en la consecución de objetivos. Por ello, (a diferencia de lo que ocurre en la terapia, donde hay individuos que en 5 ó 10 años no ven diferencia alguna), con el coaching, siempre se ven avances. Claramente, para que funcione esta asesoría es necesario que el coachee (o cliente) participe voluntariamente y defina dónde está, cuál es el estado que desea obtener y qué evidencias quiere tener de haber logrado sus metas. Existen conceptos que podrían confundirse en algún punto con el coaching (capacitación, mentoría, terapia psicológica y consultoría) que, aunque guardan una interrelación con éste, mantienen fronteras entre ellos. Un consultor es un experto en un tema y ofrece soluciones; un capacitador es una persona que transfiere sus conocimientos y habilidades a sus alumnos; un mentor es un modelo a seguir; un psicoterapeuta está relacionado con la salud mental y con las herramientas para obtenerla. Pero a diferencia de lo mencionado, un coach es un acompañante que hace preguntas mediante las cuales logra un cambio personal del coachee para conseguir sus metas. Su trabajo es generar acciones diferentes y valiosas que llevan al cliente a desarrollar nuevas estrategias de pensar y actuar, orientándose en el futuro y no en el pasado. El coaching se enfoca en soluciones, más que en el problema per se. Particularmente por citar un caso, el coaching ejecutivo se trata de alinear los objetivos del participante con los de su empresa. Debes tener presente que el Coaching no se trata de un proceso correctivo ni es un recurso para “salvar casos insalvables”; un coach no da consejos, ni soluciones mágicas, ni comunica sus experiencias ni sus ideas de cómo hacer las cosas basándose en la experiencia; no sugiere ni recomienda y mucho menos juzga a su cliente. Sencillamente, el coach es un facilitador para que el coachee encuentre soluciones y sea mejor persona, tanto en el plano personal como en el profesional.

Finalmente, podemos concluir con una absoluta definición expresada por Tom Laundry sobre esta empoderante e influenciadora profesión basada en quien la ejerce “Un Coach es la persona que te expresa lo que no quieres oír, que te hace ver lo que no quieres ver, para que puedas ser quien siempre has sabido que puedes ser” Ahora tú decides, si le necesitas o no, si llegas a cualquier cumbre o traspasas los límites que ellas te fijan de la mano de un profesional de este nivel apoyando tu gestión, por tanto solo tú puedes determinarlo.. No lo Olvides. 

Carlos O. Delgado C.

CEO y Management Trainer 

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.

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(*) Concepto y escritos revisados y obtenidos de la web. Se respeta el Derecho de Autor 

15 de Julio de 2019

Boletín No.355

En Control...                                                                                                         

                                                 

Venezuela, No lo Olvides… Es Urgente Reilusionarnos como País.

Un Líder, un Director o un Gerente es un elemento que debe conservar la calma, actuar con ecuanimidad y prudencia, con amplio y estricto sentido de la justicia, que debe valorar cada situación que acontezca entre los suyos u ocasionada por ellos dentro del marco de la inteligencia y sabiduría para poder así asumir la toma de decisiones más acertada y conveniente. Es un individuo ganado a la paz por el manejo racional que esto implica pero de ser necesario debe capacitarse y ser muy activo a la hora del manejo de conflictos siendo en ambos casos una razón que le brinda respeto, empatía y arraigo entre los suyos, porque quienes se sienten bajo su radio de acción saben que cuentan con su máximo apoyo ante cualquier eventualidad sea esta personal u organizacional.

Un Líder en razón de lo expresado debe ocuparse de su condición humana y espiritual por aquella premisa que establece que “todo empieza por ti” es decir, mal pudieras entregar a otros lo que tú mismo no posees. Debes focalizar y entrenar tu mente, tu organismo como un todo, tus capacidades y talentos  para dominar tus emociones ya que estas pueden gobernar tu mundo y tu entorno si no las mantienes en control, ellas te pueden regalar un maravilloso paseo si no están bien canalizadas por la ruta del placer pero también por el camino de un amargo dolor. Las emociones en virtud de lo que sientas pueden exigirte cambios de acción y conducta que en muchos casos no convienen, por ello ponles atención y no dejes que te controlen. Recuerda, no puedes ejercer tu liderazgo en base a sentimientos y emociones y no estoy diciendo con esto que no puedes sentir o reaccionar ante los eventos que se presenten, pero debes estar consciente que del Líder solo se espera estabilidad y un nivel adecuado en su proceder, por eso eres el líder, porque de ti se espera así tú no quieras la mejor manera de ser y hacer.

El Líder tiene que ser un ejemplo de estabilidad para con los suyos por ello necesita ser firme y coherente en función del propósito que requiera consolidar como objetivo, para ello debe controlar casi a nivel de dominio a su mente, su boca y las emociones que le integran en razón de lo que ellas puedan elaborar o exponer, debe asumir que las emociones no le definen pero si no son utilizadas con la debida pulcritud pueden dañar severamente la gestión, es decir las emociones no son quien tu eres, pero afectan en cómo te sientes.

En todo esto del control debemos tomar en cuenta muy sabiamente nuestra conducta y forma de proceder cuando las situaciones son adversas, cuando florecen las dificultades también aflora el verdadero yo de cada quien, situación que obviamente no pasa cuando el viento sopla a favor. Ahora te digo, si aprovechas con sabiduría esa adversidad y entiendes que un momento malo se puede traducir en uno bueno es porque realmente captas el mensaje que envía tu ejercicio como líder y comprendes lo que necesitas cambiar o desechar de tu conducta cuando tu estado de ánimo se encuentra sometido a presiones que afectan tu posición de liderazgo. Un Líder está llamado a empoderarse de lo que se conoce como “dominio propio” siendo este el máximo nivel de control al que todos aspiramos, para ello primeramente debemos asumir con valentía el ser sinceros con nosotros mismos, ser responsables con nuestra manera de conducirnos y expresarnos, como también el efecto e influencia que transmitimos a los demás.

Para concluir puedo expresarles que todo es preparación, todo implica esfuerzo, amerita disciplina y constancia para llegar a niveles adecuados de control en el ejercicio vital del liderazgo que se espera de nosotros. Seamos decididos, proactivos y empeñados en la consecución de este objetivo de vida que se traducirá en mejores maneras de lograr nuestras metas personales y organizacionales y con ello una valorada influencia de cara a nuestros compañeros y colaboradores en la gestión. No lo Olvides.

Carlos O. Delgado C.

CEO y Management Trainer 

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08 de Julio de 2019

Boletín No.354

Vivo y Apasionado...                                                                                                           

                                                  

Venezuela, No lo Olvides… Es Urgente Reilusionarnos como País.

Un Líder, un Director o un Gerente, es el elemento humano y organizacional que posee la doble responsabilidad no solo de infundir ejemplo e inspiración a los suyos, sino también de generar para sí mismo la convicción y la razón de estimular un liderazgo eficiente y productivo entorno a su persona. En tal sentido, el líder debe ser apasionado en todo lo que emprenda y realice, no puede ser tibio, conformista o aburrido de la vida, debe sentirse vivo en todos los aspectos de su personalidad y funciones. Unas de las premisas para vivir apasionadamente radica precisamente en evitar quedarnos estancados e inactivos como si fuésemos un pozo de agua inmóvil, que al final se llena de hongos y se convierte en mal oliente, por el contrario, debemos convertirnos en ríos de agua viva que se traduce en vida potencial, crecimiento y renovación constante. El líder, hace su parte, es decir todo lo necesario para mantenerse avivado y pleno. Nos sentimos estancados cuando dejamos de invertir en lo que hacemos o en lo que amamos y eso es lo que debemos evitar a toda costa actuando en consecuencia para abrazar cada actividad, cada talento humano que nos respalde, cada proceso organizacional que nos corresponda con verdaderas ganas, pasión y propósito.

Otro aspecto a considerar es el no dar nada por sentado, atiende y ocúpate con amor y pasión por tus cosas, por tu gente, por tu entorno, es decir, no mires ese conglomerado de elementos como los muebles de tu casa que siempre están ahí y te acostumbras a verlos, por eso ve todo con la atención que debes suministrar a cada cosa como si estas  fueran nuevas para ti, como si tuvieras que conquistarlas y lograrlas cada día, es decir, invierte en tus relaciones para cosechar de ellas, no esperes que hagan algo por ti sin preguntarte y actuar que podrías hacer tu primero por ellas. Debes considerar que la vitalidad de las relaciones que conquistes en el ejercicio de tu liderazgo pasan de igual forma por estar dispuesto a cambiar de posición e ideas de ser necesario, en la intención de mantenerlas compenetradas contigo pero sin permitir que te controlen, asumiendo con certeza que las buenas relaciones y sobre todo aquellas que colaboran al logro de los objetivos requieren una inversión de tiempo valioso.

Dentro de los aspectos que conllevan a mantenerse vivo y apasionado en la actividad que ejerces como líder no se descartan los procesos de Down o de Baja Acción por aquella afirmación que manifiesta que en todo momento no estamos o no nos sentimos iguales, al final somos humanos. Pero a su vez, esto nos hace considerar que necesitamos revertir cosas, realizar cambios radicales o voltear todo de cabeza para recobrar la pasión cuando lo que deberíamos experimentar es revisar lo realizado, determinar los errores, potenciar los aciertos y reavivar con más y mejores bríos lo ya conquistado para así consolidar los objetivos, en pocas palabras, lo que necesitamos es una brisa fresca que sople a nuestro alrededor y nos motive a seguir adelante. El Ser Humano al igual que el Ser Organizacional tienen algo en común, solo tienen una sola vida, por ello de alguna manera y con las previsiones respectivas esa vida debería vivirse con máxima aventura y riesgo no cediendo al miedo que implica lo desconocido, no dejes de aventurarte, de experimentar, de asumir de cuando en vez la voz de tu instinto, sigue a tu corazón y actúa, esto evitará tu estancamiento el cual suele suceder cuando el temor no nos deja intentar cosas nuevas o cuando hacemos demasiado de lo mismo todo el tiempo. Se valiente e intenta cosas nuevas y te darás cuenta que esto es emocionalmente saludable para ti, por tanto,  ¡anda y atrévete!

Finalmente, hacer cosas nuevas y apasionantes no se trata de estar cambiando a cada rato y de dejar cosas inconclusas todo el tiempo, se trata de valorar todo con inteligencia y sabiduría y de ser necesario reavivar lo que haces retomándolo con la pasión necesaria para consolidarlo exitosamente. No lo Olvides.

Carlos O. Delgado C.

CEO y Management Trainer 

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.

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