domingo, 26 de noviembre de 2017


27 de Noviembre de 2017

Boletín No.296

Cargo Vacante...

El Líder, el Director o el Gerente son elementos humanos y organizacionales que deben ubicarse en su contexto, especialidad, necesidad y capacidades aspectos que le facilitan desarrollarse al máximo, pueden tener amplio conocimiento y sería ideal que lo supieran todo, pero lo justo es que estén en cuenta y claros de sus aptitudes, potencialidades y limites encontrándose con su verdadero yo y que este les lleve a reconocer que no lo saben todo y que tienen y tendrán la necesidad que implica consolidar un equipo. Esta Dama o Caballero que se revista de estas identidades no solo tiene que ser lo suficientemente humano, con don de gente, y de suma cercanía a los suyos, sino también un elemento capaz de canalizar emociones empezando por las suyas, para poder así marcar la pauta en las interacciones que ejercerá con respecto a sus colaboradores.

Otra situación que debe meditar y tomar en cuenta quien piensa liderar es su capacidad para decidir, para enfrentar conflictos, afrontar problemáticas, saber cómo convertir dificultad en oportunidad, como construir de la nada o como transformar lo ya hecho, y obviamente como potenciar las relaciones interpersonales que darán vida al contexto de la organización, otra observación es que debe visualizar su posición ante la justicia, sobre el equilibrio y el ejercicio inteligente de la autoridad. Debe estudiarse y conocerse ante el manejo de la presión, de la manipulación y de los aduladores, sin descartar y perfeccionar el uso de la intuición como ingrediente vital del sexto sentido que facilitará preservarse de lo humano y con ello de los posibles ataques a sus valores y principios. No puede obviar el utilizar los escudos en el campo de la batalla gerencial, relacional y organizacional que son aquellos con los cuales fortalecerá las actuaciones a las que se verá sometido, para ello tendrá que forjarse en valores, principios y razones que hagan de este individuo un pilar de respeto que no se resquebraje ante la inquisitoria mirada de un escaso de principios o ante la debilidad de no tomar decisiones que ameriten del carácter necesario para cambiar o imponer las cosas si fuese necesario, pero sabiendo que para todo necesita amalgamar la inteligencia y sabiduría que dan la experiencia y el sano consejo de los mayores y estudiosos del mundo humano y gerencial.


No podemos olvidar los requisitos de formación y de espíritu, el primero porque implica el bagaje cultural, de trayectoria, experiencias, de actualización y de contexto psicosocial que hace que el individuo este en la constante búsqueda de mejoras, de complejidades alcanzables, de proyectos consolidables e investigaciones que orienten al equipo y la organización a una dinámica innovación que contrarreste la monotonía y fortalezca la creatividad de su entorno. Por otra parte, el espíritu habla del carácter sensible, de proyección al prójimo y de conexión con sus logros y problemas en la intención de brindarle herramientas que le hagan visualizar que para todo y en su ejercicio de líder solo se espera lo mejor de su talento, la mejor versión de si mismo como dicen por ahí, pero más allá de ello, se espera lo mejor de sus virtudes, porque solo así se construyen grandes familias, grandes empresas y prósperos países, ahora es posible que tengamos algunas diferencias de conceptos, pero lo que si es cierto es que de no tener los ingredientes humanos y gerenciales aquí mencionados, te invito hacer parte del mejor equipo y deja el cargo vacante porque estamos esperando a un verdadero líder,  No lo Olvides.

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.

Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"