20 de Marzo de 2017
Boletín No.279
Construyendo Sabiduría...
Leía
en
días pasados sobre como el sabio Salomón había adquirido tanta inteligencia y
sabiduría, de primera mano me impresionaba la entrega y lealtad que prodigaba a
su pueblo, y más allá de ello, la entrega y lealtad que con suma importancia
brindaba a su Creador, eso reseña el texto bíblico. Dios le dio la oportunidad
a Salomón de pedirle lo que él quisiera, y en esa entrega y lealtad solo pidió
sabiduría y conocimiento para conducir a su pueblo. En virtud de ello, Dios le
entregó lo solicitado y además riquezas y esplendor a su reino.
Un
Líder, un Director o un Gerente no dista mucho de compararse en su quehacer con
Salomón, le corresponde crecer, evolucionar, adquirir conocimientos, formarse,
construir habilidades y experiencias, potenciarse y proyectarse, no escapa al
escarceo de la vida y a las equivocaciones que eso conlleva, pero también,
saber que después del error debe asumir lo que no puede hacer, entender que sus
talentos, destrezas y hasta sus oportunidades son parte de la entrega que debe
brindar a los suyos, a los que en él creen y en los que en él confían. No puede
permitirse un segundo plano para la lealtad que debe asumir ante los suyos como
tampoco una entrega a medias si desea conquistar el todo en sus objetivos.
Pretender
consolidar estos factores en un solo ser humano parece difícil, y lo cierto es
que verdaderamente es difícil, estamos llenos de inconstancias, de
vulnerabilidades, de algunas debilidades, total, somos humanos y con ello se
agrega un sumo grado de imperfección, pero eso no importa cuando nuestra
voluntad se impone, cuando nuestros deseos implican enamorarse para conquistar
el logro deseado, eso nos motiva, nos llena y sobre todo nos satisface, no
observemos metas pequeñas, todas son grandes cuando ameritan nuestro esfuerzo y
dedicación, y más aún, si van acompañadas de un equipo que apuesta al éxito.
Quienes lideramos nos debemos a nosotros en lo que respecta a edificarnos y
construir potencialidades, para con ello, poder sembrar y hacer crecer a otros.
Cada minuto que inviertas en conocimiento, en observar, en escuchar, en atender
y proveer a los tuyos de las herramientas y habilidades necesarias para ser
mejores, contribuyen al camino de tu sabiduría.
Te
corresponde como líder enfrentar la incapacidad, la negligencia, la apatía y
todo lo que desgasta la consolidación de los objetivos fijados, entre ellos, lo
que también afecta a tu persona y daña tu espíritu. También te corresponde,
estimular, apoyar, construir bloque a bloque, día a día en los tuyos, no te
canses de buscar lo mejor, lo más productivo y eficiente en lo que haces y en
lo que representas. Pide y busca sabiduría, construye sabiduría, observa tu
entorno y acumula sabiduría, tanto que puedas servir como un individuo de
referencia, de estimado consejo y de amada palabra, brindate el placer de
crecer y de ayudar a crecer y en base a esa lealtad contigo y con los tuyos, en
razón de esa entrega hacia lo que haces y para los demás, casi seguro que hasta
el mismo Dios premiara tu capacidad de servir llenándote de los méritos que
solo la sabiduría te puede ofrecer, y junto a ello, la corona de éxitos digna
de un líder como tú.
Dios
les Bendiga, mis Mejores Deseos y
un Respetuoso Abrazo Virtual.
Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"