martes, 21 de marzo de 2017


 20 de Marzo de 2017
Boletín No.279

Construyendo Sabiduría...
 
Leía en días pasados sobre como el sabio Salomón había adquirido tanta inteligencia y sabiduría, de primera mano me impresionaba la entrega y lealtad que prodigaba a su pueblo, y más allá de ello, la entrega y lealtad que con suma importancia brindaba a su Creador, eso reseña el texto bíblico. Dios le dio la oportunidad a Salomón de pedirle lo que él quisiera, y en esa entrega y lealtad solo pidió sabiduría y conocimiento para conducir a su pueblo. En virtud de ello, Dios le entregó lo solicitado y además riquezas y esplendor a su reino.
Un Líder, un Director o un Gerente no dista mucho de compararse en su quehacer con Salomón, le corresponde crecer, evolucionar, adquirir conocimientos, formarse, construir habilidades y experiencias, potenciarse y proyectarse, no escapa al escarceo de la vida y a las equivocaciones que eso conlleva, pero también, saber que después del error debe asumir lo que no puede hacer, entender que sus talentos, destrezas y hasta sus oportunidades son parte de la entrega que debe brindar a los suyos, a los que en él creen y en los que en él confían. No puede permitirse un segundo plano para la lealtad que debe asumir ante los suyos como tampoco una entrega a medias si desea conquistar el todo en sus objetivos.

Pretender consolidar estos factores en un solo ser humano parece difícil, y lo cierto es que verdaderamente es difícil, estamos llenos de inconstancias, de vulnerabilidades, de algunas debilidades, total, somos humanos y con ello se agrega un sumo grado de imperfección, pero eso no importa cuando nuestra voluntad se impone, cuando nuestros deseos implican enamorarse para conquistar el logro deseado, eso nos motiva, nos llena y sobre todo nos satisface, no observemos metas pequeñas, todas son grandes cuando ameritan nuestro esfuerzo y dedicación, y más aún, si van acompañadas de un equipo que apuesta al éxito. Quienes lideramos nos debemos a nosotros en lo que respecta a edificarnos y construir potencialidades, para con ello, poder sembrar y hacer crecer a otros. Cada minuto que inviertas en conocimiento, en observar, en escuchar, en atender y proveer a los tuyos de las herramientas y habilidades necesarias para ser mejores, contribuyen al camino de tu sabiduría.

Te corresponde como líder enfrentar la incapacidad, la negligencia, la apatía y todo lo que desgasta la consolidación de los objetivos fijados, entre ellos, lo que también afecta a tu persona y daña tu espíritu. También te corresponde, estimular, apoyar, construir bloque a bloque, día a día en los tuyos, no te canses de buscar lo mejor, lo más productivo y eficiente en lo que haces y en lo que representas. Pide y busca sabiduría, construye sabiduría, observa tu entorno y acumula sabiduría, tanto que puedas servir como un individuo de referencia, de estimado consejo y de amada palabra, brindate el placer de crecer y de ayudar a crecer y en base a esa lealtad contigo y con los tuyos, en razón de esa entrega hacia lo que haces y para los demás, casi seguro que hasta el mismo Dios premiara tu capacidad de servir llenándote de los méritos que solo la sabiduría te puede ofrecer, y junto a ello, la corona de éxitos digna de un líder como tú. 

 Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.

Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"

domingo, 5 de marzo de 2017



 06 de Marzo de 2017
Boletín No.278
 Sentimientos Gerenciales (2)…

Dando continuidad a lo que implican las emociones y sentimientos en el quehacer gerencial, no podemos dejar de mencionar que un Líder o quien se precie de actuar como tal, debe mantener aspectos de vida que son fundamentales y que deben estar basados primeramente en la Fe, siendo este el ingrediente que hace que un ser de su naturaleza observe logros y metas donde no los hay, caminos donde no existen y éxitos donde todo ser que no posea su condición pueda palparlos, por eso la fe se define como “la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, tal como lo expresa el libro de Hebreos capítulo 11:1. Para un Líder, un Director o un Gerente tener fe en lo que hace y aspira es garantía de paso firme hacia una meta que debe consolidar. Otro concepto dentro de estos aspectos radica en al Amor, es decir, amor por lo que haces, por tu equipo, por tu organización, amor por aquello que representas para los tuyos, amor por lo que construyes y piensas entregar como elemento culminante de tu inspiración gerencial. Enamórate con una entrega total hacia tu objetivo, de forma clara y precisa. Dice un coloquio, que el amor todo lo mueve, todo lo inspira, pero también dice el Padre de los Libros, que el amor todo lo sufre, todo lo soporta, pueden existir caminos intrincados en tu quehacer gerencial, en tu esencia de líder, en la construcción y manejo del equipo que debe apoyarte, por eso  definitivamente, si realizas con amor tu trabajo y lo imprimes en el proyecto que realices todo saldrá cubierto de excelencia, recuerda que el amor todo lo puede (1ra de Corintios 13).  
  
No podemos olvidar la significancia que implica la Esperanza en conexión directa al liderazgo, término que establece la confianza en lograr una cosa, o en otra concepción, definida como un estado de ánimo optimista basado en la expectativa de resultados favorables. Un Líder, un Director o un Gerente al igual que cualquier persona lo último que debe claudicar es su esperanza, pues en ella descansa el pilar de su convicción para lograr el objetivo merecido. Por eso, suma y consolida estos tres factores y determinaras resultados que maravillaran a propios y extraños.

Otro elemento edificante de la acción gerencial pasa por establecer Respeto en lo que haces, respeto por tu equipo, por el entorno humano y organizacional, pero primordialmente respeto por ti mismo, por tus acciones y decisiones.
El respeto implica consideración, deferencia, dignidad, es el grado máximo de tolerancia hacia el medio que te rodea, hacia los hombres y mujeres que te acompañan y que permiten que les dirijas, que los orientes y los lleves a la conquista de mejores horizontes. Respétate, respeta a los demás y serás respetado como el Líder que eres. Asimismo, no descuides el Compromiso, y da valor a tus palabras y decisiones ya que ellas serán el escudero de tus acciones, recuerda que el compromiso es un acuerdo formal que debe ser honrado y respetado, en el descansa la confianza y credibilidad que puedas inspirar, por ello, este concepto impacta y marca positiva o negativamente la vida de un Líder, porque dependiendo del grado de tu compromiso será estimado el valor y calidad de tus resultados, y más allá de ello, la ascendencia moral que poseas sobre los tuyos infligiendo reconocimiento al líder o simplemente la desgracia de ser un farsante que dice ser un líder.

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
 
Carlos O. Delgado C.     
CEO & Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"