domingo, 3 de octubre de 2021

04 de Octubre de 2021 - Boletín Nro.407

Confianza, las dos caras de una moneda... 

"Venezuela, es Urgente Reilusionarnos como País"


Leyendo el libro “Confianza” de la connotada profesora de Harvard Rosabeth Moss Kanter una verdadera estudiosa de lo que implica la estrategia, la innovación y liderazgo para el cambio, no queda más que compartir con ustedes ciertos detalles que nos facilitaran adquirir nutrientes para el ejercicio de nuestro liderazgo, considero que lo primero es entender que la confianza oscila en dos puntos, es decir en todo lo que lleva al logro y genera inspiración para seguir o todo lo que determina un fracaso y nos brinda fortalezas para asumirlo como una enseñanza que se transforma en aprendizaje para continuar el camino hacia ese logro deseado. Todo individuo u organización pueden verse envueltos en una dinámica que les lleve a uno de estos dos estados. En ambos casos, el factor que ejercerá una influencia decisiva será la confianza o la ausencia de esta y esto debe estar claro. Recuerden, a la gran mayoría de las personas le fascina vivir el resultado pero no son muy plenos cuando de vivir el proceso se trata.

Si entendemos y nos consustanciamos en comprender que sólo la confianza evita que un infortunio nos convierta en derrotados y nos permite resistir los duros golpes que a veces proporciona la realidad, nuestra visión y acción serán más efectivas, más resilientes, más empoderadas y más enfocadas a mejores resultados. La confianza definitivamente es el nexo que une las expectativas con el rendimiento, con las inversiones, con los resultados; es el elemento que hace sencillo tomar el control de las circunstancias y hacia ese punto deben ir dirigidas nuestras acciones. Es así, que los individuos, equipos, negocios, economías o naciones triunfan gracias a la confianza que sienten en sí mismos o por el contrario, se hunden fundamentalmente porque carecen de ella. De ahí que el principal desafío de los líderes consista en desarrollar y robustecer la confianza como un elemento previo al éxito y así, atraer a las inversiones que lo hacen posible: con el dinero, talento, apoyo, lealtad, atención, esfuerzo, etc. Asimismo, el poseer los mejores recursos y talentos no garantizan el éxito y en base a ello se oscila entre confiar o no confiar, por tanto, el confiar es una reacción razonable a las circunstancias que se generan en nosotros mismos o en nuestro entorno, es decir que interpretamos los acontecimientos en función a lo que vemos que ocurre y de cómo nos tratan los que están a nuestro alrededor. Por eso, las circunstancias en las que nos movemos influyen en nuestra cultura, que a su vez, influye en nuestra percepción y ésta en la confianza para actuar. 

La relación entre las expectativas y el rendimiento forma el núcleo de la confianza en uno mismo. Las personas seguras de sí mismas pelean más y durante más tiempo y así, aumentan sus posibilidades de éxito. Los triunfadores creen con gran determinación que sus esfuerzos darán buenos resultados, estas expectativas determinan la intensidad del empeño que se dedicará a conseguir el éxito. Si estamos convencidos de poder obtener un buen resultado, emplearemos más dedicación y tiempo para superar los obstáculos que aparezcan. Este supuesto no es un mero ejercicio mental, cuando un líder considera que alguien es un buen trabajador, le presta más atención, invierte en él más tiempo, le proporciona más consejos, encuentra y alaba sus puntos fuertes y obvia los débiles. La confianza de los líderes en sus equipos marca el tono y da forma a las expectativas surgidas de los triunfos conquistados. Estos triunfos mejoran el estado de ánimo de las personas y dado que los ánimos se contagian con facilidad las emociones positivas refuerzan la cooperación, disminuyen la posibilidad de conflictos y garantizan una percepción más optimista de las tareas de cada uno. Por eso, tenlo Presente.

Carlos O. Delgado C.

Management Trainer 
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.