05 de Julio de 2016
Boletín No.255
Don Quijote, también fue Gerente…
Caminando
por el diario paseo que realizo por las Redes Sociales de donde también fluyen
constantes inspiraciones, me encuentro con un bello fragmento de Don Quijote de
la Mancha de Miguel de Cervantes que todavía a sus cuatrocientos años de
escrito sigue nutriendo todo tipo de disciplinas, actividades y conceptos. El
famoso y denominado “Manco de Lepanto” nombrado así por su dificultad de
movilizar su mano izquierda nos regala este singular pasaje:
“Hoy
es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más
grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte,
el
miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más
destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los
defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas,
la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobre
todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera
que estén”. Miguel de Cervantes. “Don Quijote de la Mancha”.
Que
real y trascendente para la vida este pequeño inciso que nos regala el Quijote
de múltiple aplicación a nuestra vida personal y profesional y que hoy les
transformo en una enseñanza de aplicación gerencial. Un Líder, un Director o un
Gerente no puede dejar de valorar el día que el Creador le entrega para hacer y
desarrollar, no puede permitir que su tiempo se convierta en inocuo, no puede
dejarse vencer por los obstáculos que esencialmente se ubican en nosotros
mismos y que se sostienen en el sí o en el no de una decisión que debe nutrir
con las asesorías necesarias para poder tomarla con inteligencia y sabiduría, y
con ello, aplicarla a su exigencia o quehacer diario. Asimismo, Un Líder, un Director o un Gerente
lucha por su sana convicción, por defender lo que cree, no se detiene ante el
poder, solamente lo respeta pero mantiene incólume su parecer y conceptos no
dejando de escuchar a su entorno para nutrirse de lo mejor.
Un
Líder, un Director o un Gerente vive y reconoce su equivocación, la asume y la
traduce de inmediato a la mejor oportunidad posible para consolidar el logro de
su objetivo, obviamente es fácil equivocarse, pero también, debe procurar
remontar la cuesta del error con la actitud positiva que merecemos y que
debemos brindar a nuestro equipo, no olvides que somos su ejemplo. Tampoco
olvidemos que somos humanos y con ello se incluye un paquete de emociones y
sentimientos que conforman nuestra vida. Nutre y ejercita tu espíritu y tus
virtudes para que el rencor y la
soberbia no capturen ni tu vida ni tu actividad profesional, de corazón, no
vale la pena llevar encima un saco de basura que solo dañara tu espíritu, por el
contrario, inmuniza a tu persona de esos virus de la vida. Ocúpate de mejorar
cada día en lo personal y en lo profesional sin caer en excesos que opaquen
otros aspectos de tu vida, que le resten el tiempo a tu descanso, al compartir,
a la familia y al sano esparcimiento. Un Líder, un Director o un Gerente busca
siempre actuar con justicia para consigo mismo pero jamás olvida hacerlo para
con los suyos, enseña, comparte, edifica, construye en el otro, marca e inspira
la diferencia entre lo bueno y la excelencia, hace el bien con hechos y
palabras para que su entorno y su equipo crean en él y mantengan su confianza,
no critica ni juzga solo motiva y corrige con firmeza, ejemplo y sana
formación.
Amigos(as)
aprendamos de todo lo que rodea nuestra Vida, tanto así, que Don Quijote a
través de Sancho Panza nos brindó la lección gerencial de esta semana, ¿quién
lo diría? Por ello, siempre apertura tu mente al buen conocimiento y a la grata
enseñanza, eso es un principio gerencial que todos los días se renueva, se
cultiva y debe escribirse.
Dios
les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
Carlos O. Delgado C.
CEO de Liderazgo en tu Día & Management
Trainer