08 de Agosto de 2016
Boletín No.258
Factor Humano…
El
Mundo que nos Rodea como ya sabemos se ha convertido en un conglomerado de
interacciones humanas y obviamente personales que incluyen hasta las personas
que no conocemos, sin embargo compartimos con ellas, reímos, lloramos y
sentimos un sinfín de emociones solo por las vivencias que estimulan nuestra
experiencia, en este caso a través de las Redes Sociales, de verdad que esto
debería ser motivo de un análisis más concienzudo y riguroso que abordaremos en
otra oportunidad.
Sin
embargo,
quiero compartir contigo un texto tomado de esas redes sociales que tú y yo a
lo mejor hemos visto y leído muchísimas veces y que nos habla de no perder
nuestra esencia, ese factor humano que influye y nos potencia a
nosotros mismos y a las personas de nuestro entorno, que a su vez, proyecta la
gran diferencia y el reconocimiento en una persona que lidera, gerencia o
dirige con verdadero sentido de “ser humano” base fundamental para ser un gran
líder, gerente o director que pretenda guiar un equipo al éxito. Es así como
les cuento que:
“…Un
joven fue a solicitar un puesto gerencial en una gran empresa, había pasado
todas las pruebas y era el momento de entrevistarse con el Director General
para así poder tomar la decisión final de su ingreso, poseía un Currículo
impecable y de interesantes logros académicos. El Director inicialmente procede
a preguntarle ¿recibió usted alguna beca? El joven le respondió “no” ¿fue tu
padre quien pago tu colegiatura? “en realidad no, fue mi Madre, mi padre
falleció cuando tenía un año de edad” y ¿Dónde trabaja su Madre? “mi Madre
trabaja lavando ropa” ¿usted puede mostrarme sus manos? Al momento el joven
acerco sus manos a la vista del Director y este observo unas manos suaves y
perfectas. ¿Alguna vez usted ha ayudado a su Madre a lavar la ropa? “Nunca, mi
Madre siempre quiso que estudiara y leyera más libros, además, mi Madre puede
lavar la ropa más rápido que yo. El Director le dijo: “Tengo una petición:
cuando vayas hoy a casa, ve y lava las manos de tu madre, y luego ven a verme
mañana a primera hora.” El joven percibió una alta
posibilidad de conseguir el trabajo, una vez en casa le pidió a su Madre que le
permitiera lavar sus manos. Extrañada y feliz pero con sentimientos encontrados
por aquella petición le entrego sus manos a su hijo. Era la primera vez que él
se daba cuenta de las manos arrugadas, de tantos moretones y hematomas
dolorosos que su madre poseía, tanto que ella se estremeció cuando su hijo la
toco. Fue ahí, en ese preciso instante cuando el joven se dio cuenta del valor
de ese par de manos que lavaban ropa todos los días para pagar su colegiatura,
eran el precio pagado por su educación y su futuro. Esa noche el joven lavo
toda la ropa y converso largo tiempo con su madre. A la mañana siguiente, a
primera hora como fue el compromiso el Director recibió al joven, no pudiendo
dejar de observar lágrimas en sus ojos cuando le pregunto ¿Qué has hecho y que
has aprendido ayer en tu casa? El joven contesto: “lave las manos de mi Madre y
también toda la ropa que quedaba. Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin
mi madre, yo no sería quien soy hoy, al ayudarla me di cuenta de lo difícil y
duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta, he llegado a apreciar el valor
y la importancia de ayudar a la familia. Ante la respuesta del joven el
Director expuso claramente: “Esto es lo que yo busco en un Gerente. Quiero
contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, alguien que
conozca el sufrimiento de los demás para hacer las cosas, y una persona que no
ponga el dinero como su única meta en la vida”. “Estas Contratado”.
Por
todo lo expresado solo puedo aconsejarte lo siguiente, no pierdas la virtud de
tu esencia, tu carácter humano y la humildad, que nadie confunda
tu amabilidad
con debilidad, pero no dejes de extender la mano para ayudar al crecimiento de
otros, no llegaste a tu sitial por casualidad, entonces muestra con entereza,
capacidad, talento y profundidad de “ser humano” porque eres el aclamado para
ser el guía y generar el éxito que mereces, para ti, para los tuyos y tu
organización.
Dios
les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
Carlos O. Delgado C.
CEO de Liderazgo en tu Día & Management
Trainer