27 de Noviembre de 2017
Boletín No.296
Cargo Vacante...
El
Líder, el Director o el Gerente son elementos humanos y organizacionales que
deben ubicarse en su contexto, especialidad, necesidad y capacidades aspectos
que le facilitan desarrollarse al máximo, pueden tener amplio conocimiento y
sería ideal que lo supieran todo, pero lo justo es que estén en cuenta y claros
de sus aptitudes, potencialidades y limites encontrándose con su verdadero yo y
que este les lleve a reconocer que no lo saben todo y que tienen y tendrán la
necesidad que implica consolidar un equipo. Esta Dama o Caballero que se
revista de estas identidades no solo tiene que ser lo suficientemente humano,
con don de gente, y de suma cercanía a los suyos, sino también un elemento
capaz de canalizar emociones empezando por las suyas, para poder así marcar la
pauta en las interacciones que ejercerá con respecto a sus colaboradores.
Otra
situación que debe meditar y tomar en cuenta quien piensa liderar es su
capacidad para decidir, para enfrentar conflictos, afrontar problemáticas,
saber cómo convertir dificultad en oportunidad, como construir de la nada o
como transformar lo ya hecho, y obviamente como potenciar las relaciones
interpersonales que darán vida al contexto de la organización, otra observación
es que debe visualizar su posición ante la justicia, sobre el equilibrio y el
ejercicio inteligente de la autoridad. Debe estudiarse y conocerse ante el
manejo de la presión, de la manipulación y de los aduladores, sin descartar y
perfeccionar el uso de la intuición como ingrediente vital del sexto sentido
que facilitará preservarse de lo humano y con ello de los posibles ataques a
sus valores y principios. No puede obviar el utilizar los escudos en el campo
de la batalla gerencial, relacional y organizacional que son aquellos con los
cuales fortalecerá las actuaciones a las que se verá sometido, para ello tendrá
que forjarse en valores, principios y razones que hagan de este individuo un
pilar de respeto que no se resquebraje ante la inquisitoria mirada de un escaso
de principios o ante la debilidad de no tomar decisiones que ameriten del
carácter necesario para cambiar o imponer las cosas si fuese necesario, pero
sabiendo que para todo necesita amalgamar la inteligencia y sabiduría que dan
la experiencia y el sano consejo de los mayores y estudiosos del mundo humano y
gerencial.
No
podemos olvidar los requisitos de formación y de espíritu, el primero porque
implica el bagaje cultural, de trayectoria, experiencias, de actualización y de
contexto psicosocial que hace que el individuo este en la constante búsqueda de
mejoras, de complejidades alcanzables, de proyectos consolidables e
investigaciones que orienten al equipo y la organización a una dinámica
innovación que contrarreste la monotonía y fortalezca la creatividad de su
entorno. Por otra parte, el espíritu habla del carácter sensible, de proyección
al prójimo y de conexión con sus logros y problemas en la intención de
brindarle herramientas que le hagan visualizar que para todo y en su ejercicio
de líder solo se espera lo mejor de su talento, la mejor versión de si
mismo como dicen por ahí, pero más allá de ello, se
espera lo mejor
de sus virtudes, porque solo así se construyen grandes familias, grandes
empresas y prósperos países, ahora es posible que tengamos algunas diferencias
de conceptos, pero lo que si es cierto es que de no tener los ingredientes
humanos y gerenciales aquí mencionados, te invito hacer parte del mejor equipo
y deja el cargo vacante porque estamos esperando a un verdadero líder, No lo Olvides.
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"