domingo, 11 de diciembre de 2016


12 de Diciembre de 2016

Boletín No.271

Superando la Crisis…

Vivo en un país donde la gente buena es mayoría, donde las personas se niegan a entregar sus valores, su esencia, y sus ganas de construir espacios que impliquen productividad, bienestar, crecimiento y estabilidad como elemento fundamental que desean legar a las generaciones por venir. Vivo en un país repleto de historia, de libertadores, de héroes y heroínas casi de ciencia ficción, historias dignas de documentales y de películas con grandes marquesinas realizadas en Hollywood. Vivo en el país donde un hombre entregó su vida, su fortuna y sus privilegios por dar libertad a varios países, vivo en el país donde contar con profesiones, ética, orgullo y prosperidad era nuestro día rutinario, donde nadie se iba y por el contrario todos llegaban a ese bendito país que con orgullo es el mío.

Un país en el que sobraban líderes, donde se luchaba a pulso por alcanzar buenas y mejores condiciones, donde nuestros padres decían que tenían que hacer lo imposible para que nosotros alcanzáramos lo que ellos no pudieron, donde prepararse desde el más humilde al más pudiente implicaba honor para cada hogar. Esos viejos, esos héroes, esos libertadores, esos hombres y esas mujeres, no eran distintos a usted y a mí, eran seres de carne y hueso que tuvieron sueños, tenían misión en sus palabras y sobre todo una visión que lograr y perseguir, muchos de ellos ni siquiera soñaban con la preparación académica que usted pudiese poseer y sin embargo fueron líderes de vida, líderes en sus obras, en su empeño, en su tesón y constancia por lograr, entonces ¿Qué nos hace diferentes? La comodidad, los privilegios mal entendidos, la tecnología, la zona de confort o el desamor por el prójimo. Amigos míos, amigas mías, es la hora del liderazgo, es la hora de mostrar de que acero fuimos construidos, en que material precioso fuimos esculpidos y sobre todo cual fue el valor de la inversión realizada en nosotros, y si con ello honramos a esas capacidades con las que hoy gracias a nuestros padres y a nuestra historia contamos.

Es la hora de entregar esas capacidades y talentos a ese país benevolente, digno, grande, hermoso por los cuatro costados, esto es sencillo y complejo a la vez, solo has tu parte desde donde te encuentres, desde ese espacio, contribuye, aporta, convierte el ser que representas en un ejemplo que todos quieran seguir, es hora de levantar pilares y columnas que fortalezcan a ese hermoso país, desintoxica tu corazón, sana tu espíritu y busca solo lo que te traiga calma, no pases la página, cambia el libro y empieza a leer y escribir algo nuevo porque ya a este país le hace falta. Es momento de amarnos más de ser felices a pesar de nuestras cicatrices, es momento de bailar con la vida, de mover barreras, de saltar muros, de exhalar el pasado, de respirar presente e inhalar futuro. Hoy es momento de honrar a cada hombre o mujer que contribuyó en la formación de nuestra vida, expulsemos el ayer para poder comenzar un mejor presente.

Honra a Dios, Honra a tus Padres, Honra a quienes te formaron, honra lo que eres y por lo cual eres, entregando lo mejor de ti a este bello país llamado Venezuela que solo espera de sus hijos lo aquilatado de sus valores, solo así, entendiendo raíces y vivencias superaremos cualquier crisis, no lo olvides. Por ello, da siempre lo mejor de Ti, este hermoso país se lo merece.

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual. 

Carlos O. Delgado C.     
CEO & Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"