domingo, 17 de febrero de 2019

18 de Febrero de 2019

Boletín No.342
Visión y Reflexión para un Líder...                                                                                                    
                                                   
Venezuela, No lo Olvides… Es Urgente Reilusionarnos como País.

Un Líder, un Director o un Gerente se compone de un conglomerado de elementos que van desde lo humano hasta lo divino, de lo cotidiano a lo espiritual, de la resolución de un conflicto que implique severidad y contundencia en sus acciones hasta el apacible instante de valorar y compartir la sonrisa de un niño o el disfrute placido de un momento de soledad que lo haga encontrarse consigo mismo. Pero en todo este paseo de emociones y circunstancias no podrá olvidarse jamás del rol y responsabilidad que ejerce ante los suyos, ante su entorno y ante el determinado momento que estableció como una decisión de vida representado en el ser y servir a través del ejercicio activo del liderazgo.

Un Líder reconoce en cada día la oportunidad obsequiada por el Creador para ser e inspirar, para entender que existirán jornadas que impliquen felicidad, como también, que existirán otras que motivadas por las circunstancias no lo serán tanto y se convertirán en un gran aprendizaje y una vital experiencia a pesar de lo que pueda sentir, entendiendo que cada intento que realice para consolidar los objetivos deseados le mantendrán fuerte y alerta ante cualquier evento que pueda atentar contra el fin último que pretenda lograr, asumiendo cada error, cada caída, cada aspecto que quiera trastocar la negatividad del entorno como una prueba de valor que debe transformar en humildad entendiendo el hecho que ser humilde solo se traduce en actuar y convertirse diariamente en la mejor versión de sí mismo, es decir, convertirse en la mejor calidad de persona que pueda retribuirse al universo. Es por ello, que en el Liderazgo que debes ejercer no puedes permitir que exista ningún espacio que facilite empañar tu acción y visión con sentimientos innobles que debiliten las virtudes que te son propias, es decir debes sobreponerte al resentimiento, al odio, al rencor, la rabia, la venganza, entre otros,  porque el resultado final de esta situación solo afectara a tu espíritu y mermará tus fuerzas.  Por el contrario el ejercicio de tu liderazgo debe estar enfocado en consolidar empatías, afectos u alianzas estratégicas que te hagan conquistar la luna y no perderte ese maravilloso logro por estar diseminado en la tarea de observar las estrellas, mantén siempre tu enfoque y el norte que persigues eso hará la diferencia. Recuerda, ponle sazón de Amor a todo lo que haces entendiendo que el verdadero Amor nace del Corazón y no de la Mente, eso inspira y conforta al conductor de personas, al promotor de habilidades y talentos que denominamos Líder, ya sea en su contexto Directivo o Gerencial.

Algo que no debes olvidar, es que el Líder, el Director o el Gerente es un gran inspirador del cambio y un constante propiciador de la innovación, pero en su esencia un líder está preparado para ello más no así los suyos, por ello nutre y prepara a tu equipo, hazle ver lo positivo de evolucionar, que nada tiene que ser traumático si están formados para redimensionar sus acciones, que asuman el conocimiento de entender que el cambio por sí mismo no genera dolor, es la resistencia al cambio lo que afecta y trastoca la proyección de un logro que potencialmente puede consolidarse en un éxito para todos.

Finalmente, ejerce tu liderazgo bajo el canon del respeto y la buena actitud, aplicando inteligencia y sabiduría en tu quehacer diario permitiendo que tu presencia sea la que manifieste a los tuyos que “La Razón no Grita, la Razón sencillamente Convence”.  No lo Olvides.

Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
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domingo, 10 de febrero de 2019

11 de Febrero de 2019

Boletín No.341
Lidiando con la Presión Gerencial...                                                                                                    
                                                   
Venezuela, No lo Olvides… Es Urgente Reilusionarnos como País.

Las competencias adquiridas, y sobre todo, la capacidad de aprender nuevas habilidades priman actualmente sobre títulos, y diversos grados académicos. Los profesionales de distintas áreas y en especial los de Talento Humano tienden cada vez más a demandar otro tipo de habilidades que van más allá de la experiencia académica, como son, la adaptación al cambio, la capacidad de completar tareas en tiempo reducido, saber soportar el estrés, trabajar y organizarse bajo presión, entre otras.
Si bien no todas las personas tenemos la misma capacidad de realizar nuestras funciones bajo circunstancias adversas, manteniendo al mismo tiempo un buen ratio de eficiencia, el trabajo bajo presión es una habilidad que todos podemos aprender. Se trata de saber cómo gestionar el estrés y organizarse correctamente para cumplir con nuestros objetivos. Coincidiremos que en la actualidad el nivel de presión que manejan los Directivos y las organizaciones es cada día superior, la competitividad del mercado laboral es cada vez mayor y con ello también lo es el nivel de exigencia de las empresas. En estos momentos, trabajar bajo presión ha pasado de ser un requisito para determinados puestos laborales y pasa a convertirse en una competencia profesional cada vez más exigida por la mayoría de las organizaciones. Se trata de sacar más trabajo, con mejor calidad y en menos tiempo. Por último, la polivalencia profesional es también una de las razones por las que el trabajo bajo presión se está convirtiendo en una competencia tan requerida. Sin embargo, ¿es sano trabajar bajo presión? Si no estamos acostumbrados a trabajar bajo altas exigencias, lo más probable es que la situación derive en desequilibrio físico y emocional, conocido como estrés laboral y con su concebido impacto en el individuo.

Los expertos  en recursos humanos aseguran que, inicialmente, trabajar bajo presión puede optimizar la actividad del individuo, y en consecuencia, aumentar su productividad. No obstante, si el Líder, el Director o el Gerente no saben manejar este tipo de situaciones, aumentará su cansancio, generará estrés, y disminuirá su rendimiento. Es por ello que para ser productivos y contar con la habilidad para trabajar bajo presión, debemos tener en cuenta que debemos: Planificar, Organizar, Priorizar, Concentrarnos en los asuntos importantes, Delegar y Saber decir que “no”
Asimismo, desde nuestra concepción como líderes, directores o gerentes debemos coadyuvar a gestionar la presión de una forma efectiva, primero en nosotros y luego en nuestro equipo activando en todos los casos otras condiciones individuales que nos faciliten canalizarla y que ayuden a superarla. Algunas de estas cuestiones están basadas en los siguientes parámetros a saber: Ser conscientes de que la salud es primordial, dormir mínimo 7 horas diarias, realizar actividades deportivas, disfrutar de vacaciones, desconectándose de la oficina y fundamentalmente ser muy organizados.

Por ello, tal como lo expresa el especialista Javier Caparrós, “Trabajar bajo presión no puede ser nunca sinónimo de estrés; de lo contrario dejará de ser una competencia para convertirse en un problema humano y organizacional. Por eso es importante que nuestros colaboradores sean capaces de cumplir con múltiples tareas en el menor tiempo posible, pero sin descuidar bajo ningún concepto el descanso y su vida personal”  No lo Olvides.

(*) Gracias observatoriorh.com por los conceptos y aportes

Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
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