domingo, 25 de junio de 2017

 26 de Junio de 2017
                                                                                                   

                                                                                            Boletín No.286
Conflictos en Positivo... 
En la vida no siempre se cumple ese adagio popular que expresa “hablando se entiende la gente” y no crean que en muchos casos a todos no nos faltan ganas de explotar o mandar a la estratósfera a quien por alguna situación se contrapone a nuestra opinión, pensamiento u actuación. Ahora, y apartando esas palabras salpicadas de catarsis emocional, lo cierto es, que eso es lo que debe evitarse, es donde no se puede llegar y lo que generalmente si no se detiene genera consecuencias altamente adversas, irreconciliables y nocivas que fracturan las bases de cualquier relación humana y obviamente las que aplican al plano profesional.

Sentarse con el adversario es lo primero que debes buscar hacer, si en realidad ameritas resolver o detener un conflicto, conózcanse, visualicen sus capacidades y talentos, midan hasta donde pueden llegar o hasta donde es posible resolver alguna problemática planteada, eso sería lo ideal, sin embargo, no pierdas de vista estos movimientos estratégicos que son vitales para resolver conflictos y que ahora te indico: No intentes evitar el problema. Resuélvelo. Si lo vas resolviendo a medida que se va originando, eliminaras futuras causas de conflicto. Asimismo, comienza identificando tu propia reacción instintiva ante un conflicto. Lo puedes hacer pensando en cómo has gestionado un par de situaciones conflictivas anteriores, siendo sincero en la valoración. En cuanto sepas el anterior paso y seas consciente de como actúas, aborda las nuevas situaciones difíciles con respeto y calma mostrándote amable con la otra persona y escuchando con atención lo que tenga que decir. El hecho de que asuma una postura diferente a la tuya no significa que sea agresiva o negativa. Recuerda exponer los hechos y establece aquellos puntos en los que puedes estar de acuerdo. A continuación explora las distintas alternativas a tu alcance, estableciendo algunos objetivos y plazos que ambos puedan acordar pero trabajando sinceramente en cumplirlos. Date el permiso y busca que tu contrario así lo internalice, desarrollen en la medida que avancen un vínculo entre ustedes que inspire mutua confianza, entendimiento y comprensión, facilitando la posibilidad de abordar cualquier problema que aún puedan tener a fin de solucionar el conflicto. 

Es importante que trates hasta la saciedad de evitar la confrontación y solo concéntrate en el asunto a resolver, no en la persona. Esto evitará que un problema simple acabe en una acalorada discusión. Por ello, no olvides que la vida está llena de conflictos, entendiendo de forma esencial que realmente lo que nos afecta no es lo que sucede, sino cómo reaccionamos a ello
Debemos tener presente que cuando aprendemos a resolver efectivamente las  complicaciones que se nos presentan, nos sentimos mejor con nosotros mismos  y  mejoramos en nuestras relaciones personales y organizacionales. Es así, que nuestro entorno se agiliza para que podamos llegar a obtener lo que buscamos ya sea en el plano personal, familiar o laboral, sin descartar con madurez y conciencia la posibilidad de solicitar y/o requerir de ayuda externa especializada si nuestras capacidades en este sentido se ven limitadas. Asume la premisa que los conflictos deben quedar subsanados para ambas partes, porque cuando se satisface solamente la necesidad de una persona o parte, el conflicto no queda resuelto, la discusión continua y el problema se profundiza.  

Finalmente, visualiza el carácter positivo del conflicto y su acertada resolución ya que estos pueden ser considerados como necesarios a fin de poder avanzar, crecer y sobre todo mejorar humana y profesionalmente. Utilízalos como maestros y crea oportunidades que te inviten a salir de tu zona de confort para poder entender otros puntos de vista y expandir tus pensamientos y conocimientos.

Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.

lunes, 12 de junio de 2017

  
12 de Junio de 2017

Boletín No.285
Postergar... ¿Para qué?

Unos de los aspectos que siempre trastoca y afectan el quehacer humano es dejar o abandonar por momentos e inclusive definitivamente planes de vida, objetivos profesionales, y esas metas personales que tenemos como inmersas en nuestro mundo interior pero que anhelamos conquistar para darle forma y color. Muchas veces no evaluamos ni pensamos que el tren pasa y obviamente si no lo abordas no te llevará al destino deseado, tal como se expresa popularmente. Y no creas, que quien te escribe no pasa o no ha vivido de lo que te escribo, precisamente de eso se trata de asumir sinceras palabras para que sientas la realidad de las mismas. Por ello, para un Líder, un Director o un Gerente postergar las metas y objetivos es una realidad que debe ser analizada minuciosamente y de manera ponderada, a fin de tomar la decisión más certera y menos comprometedora con respecto al impacto que pueda ocasionar dejar un proyecto de lado .

Ante tal situación lo interesante seria No Postergar, para ello, los procesos gerenciales, tu actitud profesional e influencia humana deben estar orientadas a Fijar límites al Planificar las Tareas, es decir, establecerte plazos y horarios en la intención de realizar bocetos y análisis de tu idea y construir de forma organizada la estructura de lo que tienes como objetivo y obra final. Asimismo, trata de manera concienzuda de Dividir la Actividad, buscando que la orientación de tu proyecto se haga y parezca lo más sencillo posible a pesar de lo complejo o difícil que pudiera ser, recuerda que entre más sencilla sea la tarea mejor, colócate plazos cortos y posibles, de esa manera iras armando la estructura final de ese sueño por realizar. Ante lo expresado, no te queda otro camino que Decidir, es decir, que la meta que te fijes la cumplas, o en otras palabras ¡Decídelo y Hazlo¡ no busques excusas para no consolidar tus metas. El Líder, el Director o el Gerente conviven diariamente en un mundo primordialmente competitivo, donde los retos son prácticamente el pan diario, bueno, en este caso, donde el proyecto te compete e interesa solo a ti, conviértelo en un Reto Personal, lucha contigo hasta alcanzarlo, desafíate a ti mismo y muestra el talante y la madera del que fuiste creado.

En todo momento y a pesar de los vaivenes u obstáculos que pudieran surgir no pierdas la motivación, utiliza tu imaginación e inspírate en el logro de tu objetivo, constrúyelo en tu mente, recuerda tal como decía el emblemático Walt Disney, que si lo sueñas lo puedes lograr, por lo tanto Motívate.  No dejes de Escribir, de plasmar tus tareas, avances y logros en cualquiera de sus etapas, eso te hará dueño de tu proceso e historia personal de la que puedas hablar cuando veas tu obra. De igual manera, no todo es trabajo, empuje y fatiga, toma tiempo para ti, para el esparcimiento y el compartir, Descansa, detente un rato, reflexiona, evalúa y sigue tras tu objetivo. Es fundamental, que a pesar del convulsionado mundo en que vivimos globalizado e interconectados, aprendas a Evitar las Distracciones que merman tu programa de acción, tu meta y el posible logro que desees obtener, por tanto, equilíbrate en todos los aspectos, delimitando los factores que te apartan de la finalidad, para que veas, sientas y optimices el valor de ese precioso elemento que llamamos tiempo.
  
Para concluir, y a pesar de cualquier cosa, no permitas que se afecten tu actitud, ni tu ímpetu, ni las ganas de ver materializada tu obra, Inténtalo una y otra vez, cáete y párate una y otra vez, de esa experiencia y de ese aprendizaje tendrás mucho que contar, por eso, Inténtalo siempre hasta lograr tu Objetivo. Animo y No Desistas.

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"