domingo, 24 de marzo de 2019

25 de Marzo de 2019

Boletín No.344
Adicción al Pasado...                                                                                                   
                                                   
Venezuela, No lo Olvides… Es Urgente Reilusionarnos como País.

Un Líder, un Director o un Gerente, es visto regularmente como ese elemento que sabe, que domina, que posee la respuesta certera y efectiva para solventar lo más complicado o la respuesta sencilla a la mayor dificultad en la que otros se desvanecen. Sin embargo, ese hombre o mujer que vive y acciona por la facultad del liderazgo que posee no puede olvidarse jamás de su carácter humano el cual no se generó por su desarrollo como líder sino por sus vivencias y crecimiento en el transitar de vida que la ha correspondido andar. Es así, que antes de su connotación actual vivió grandezas y derrotas, caídas y formas de levantarse, éxitos y reveses, confrontaciones y alianzas diversas que de alguna manera deberían haberse transformado en evolución y proyección. Sin embargo y aunque parezca irreal encontramos personas, profesionales, líderes en todos sus niveles anclados a lo que pudo haber sido y no fue, anclados en triunfos del pasado o peor aún en derrotas o caídas mal sanadas que no construyeron evolución sino frustración, construyeron odios y resentimientos que no solo dañan y maltratan su vida personal sino también sus espacios profesionales y todo aquello que implique convivir junto a ellos. En atención a esta situación siempre la prescripción es evolucionar, lo que paso ayer es así ya paso, no podemos hacer nada con lo bueno o malo que haya ocurrido el día de ayer porque ya no podremos cambiarlo aunque queramos, podemos administrarlo, tratar de ir a un nivel superior aprovechando un éxito obtenido o aprender eficientemente de un revés de vida si se trata de algún acontecimiento que no haya sido tan grato, pero quedarnos ahí jamás.

Existen personas que por años se regodean, se enlodan y hasta luchan por mantenerse en un pasado que no les traerá más que frustraciones y malos recuerdos de experiencias vividas que solo hacen daño, asimismo, existen personas que viven de los éxitos pasados creyendo que todo seguirá siendo igual, cuando por el contrario deberían dedicar su capacidad y esfuerzo a consagrarse al cambio que finalmente romperá las cadenas a las que ellos mismos se han atado y emprender en buena lid el camino a un mejor porvenir, a construir de nuevo relaciones, a realizar empatías con su entorno, a encaminarse a nuevos derroteros, generar ideas, impulsar nuevas tendencias, asumiendo que toda esta evolución nace desde la misma persona para luego poder proyectarla a los niveles profesionales y de organización. Recuerda, todo empieza por ti y todo se soluciona si tú lo decides, si tú lo deseas y si tú te empeñas en lograrlo.

Deslíndate del pasado, crece, apártate del ayer y déjalo en tu vida como una materia vista de la cual pudiste aprender para bien o para mal pero aprendiste. Actúa en favor de tu presente que es el elemento en el que tienes más facilidad de crear y hacer, ocúpate un tanto del futuro que es el elemento en el que te puedes visionar o proyectar, pero con el pasado por más que quieras nada podrás hacer. Recuerda, si sigues en el pasado ahí te quedaras con tus momentos buenos o malos pero tristemente solo(a) con tu pasado. 

Asume, un Líder evoluciona e inspira con su mirada primero hacia arriba en busca de la dirección de su Creador y luego dirigiéndola al presente que vive y al futuro que espera lograr. No lo Olvides.

Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
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domingo, 17 de marzo de 2019

                            18 de Marzo de 2019

Boletín No.343
Blackout...                                                                                                                   
                                                                                                     
Un Líder, un Director o un Gerente, no está exento de entrar en periodos de carente luminaria, de falta de creatividad e inclusive de poco aporte en relación a los niveles de solución que se esperan de él, sin embargo, actuando con la concebida inteligencia y sabiduría puede sobreponerse al blackout de inspiración que en algún momento le puede sobrevenir entendiendo primeramente su carácter humano y segundo asumiendo que no es el dueño de la razón y que por tanto necesita de apoyos y asesorías que le pueden potenciar en esos instantes oscuros de su quehacer profesional.

Esta situación existe y se observa más de lo que pensamos, es por ello que se hace vital rodearnos de personas que sumen y no resten, que inspiren confianza en sus acciones y decisiones, y que estén dispuestas a contribuir con sus aportes en las distintas circunstancias que pudiesen mermar las capacidades del líder. Ante esto, no es descabellado que una de las primeras tareas en las que debe invertir su tiempo un liderazgo eficiente es en la conformación de un verdadero equipo que en algún instante le corresponda asumir con entereza el control de los niveles de liderazgo, todo ello necesario para lograr los objetivos y así poder consolidar estrategias y soluciones optimas que se traduzcan en éxitos para la organización; estrategias y soluciones obviamente inspiradas por su líder pero llevadas a cabo por conocimientos diversos que solo están unidos por el criterio claro de quien los ha conformado.
Es así, como orientados al logro se llega a superar los blackout gerenciales que de vez en cuando pueden trastornar la productividad humana, profesional y organizacional, contrarrestándose este efecto mediante el reconocimiento por el valor del otro, delegando, generando empatía y confianza, permitiendo y facilitando el sincero aporte, sin egoísmos de ninguna especie y esencialmente enfrentando nuestras limitaciones humanas que muchas veces se imponen sobre los aspectos que puedan rodear a la organización y como fin último a los objetivos que en ella se persigan. Reconocer que en algún momento el líder es susceptible de opacarse, de retraerse, de perder la musa por periodos de tiempo, ya sea por condición humana o simplemente porque necesita renovarse y encontrarse consigo mismo se hace importante en función del equipo que le acompaña a fin de evitar la incertidumbre que en la conducción del mismo pueda generarse. Por ello, es fundamental que construyamos un equipo poderoso que posea excelentes capacidades, con inspiración y mucha actitud, para que asuma un rol de liderazgo que permita respaldar al líder ante cualquier revés.

Entiendan, la directrices siguen, el liderazgo permanece, los objetivos se alcanzan y los éxitos se logran, porque ante un blackout del liderazgo formal cualquier elemento formado por este siempre tendrá la capacidad y el deber de consolidar los objetivos programados y con ello la batalla estará ganada. No lo Olvides. 

Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
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