26 de Julio de 2021 - Boletín Nro.403
Cuando la Influencia ya no Basta...
"Venezuela, es Urgente Reilusionarnos como País"
En el transcurso de mis días de vida me ha correspondido mantener luchas y encuentros con la llamada adversidad en sus distintas concepciones y maneras de presentarse ya sean estas de carácter personal, profesional, institucional o familiar, algo similar a lo que de alguna manera pudiesen haber vivido muchos de ustedes, la diferencia radica en el nivel de complejidad que estas situaciones impliquen para cada quien. Sin embargo, existen momentos donde el manual no funciona, donde lo aprendido en el camino no parece aplicarse a nada, donde los paradigmas se rompen y la solución no se vislumbra, esto sucede sencillamente cuando el otro no quiere, cuando no hace empatía contigo, cuando el ego y sus consecuencias están por encima de las miles de exposiciones y explicaciones que brindes para salvar una situación y consolidar un objetivo, cuando las posiciones valen más que las razones o cuando deciden darle una patada a la mesa destruyendo toda fase que implique dialogo y comprensión. Amigos, esto pasa más de lo que se imaginan.
Muchas veces la preparación, las formas de inducir, influenciar y proyectar soluciones no bastan, existen personalidades tercas, blindadas, con gríngolas que no les facilitan ver su entorno y sobre todo con opiniones obcecadas en base a una idea y propósito que solo parece benefíciarle a ellos mismos, a su egoísmo o a sus fines. En estas circunstancias el liderazgo se ve mermado, muchas veces hasta frustrado porque no consigue cabida ni entrada en lo que pudiese considerarse un equilibrio para grandes soluciones y dar pasos a nuevas maneras de ver y realizar las cosas. ¿Pero cómo haces si tu interlocutor no quiere, no desea o no le da la gana? El Líder es un ser de oportunidades, de asumir, de cambios, de retos, de generar alternativas, de propiciar estrategias, de actuar con paciencia confesándoles que esta es una gran deficiencia en la cual trabajo diariamente, el líder es un cultor de la inteligencia y de la búsqueda incesante de la sabiduría por eso no se da por vencido y encuentra soluciones donde a otros les es más práctico reconocer la derrota. Es decir, que existen momentos de replegarse, de repensar, de fundar nuevos conceptos, de alinear los objetivos en pos de un contundente éxito que garantice el fin que persigues y que permita el beneficio de todos y para todos porque el líder trasciende al egoísmo y se convierte en el constructor de una esencia que implique el ganar-ganar.
Cuando tú influencia no basta, cuando las palabras se acaban, cuando la terquedad parece golpear todo el conocimiento y formación que posees, cuando las personalidades adversas enfrentan con todo su poderío a la razón, solo te queda la fe, la paciencia, la espera y la experiencia porque “Dios concede la Victoria a la Constancia” queda la fe, porque debes estar convencido de lo que eres y para que estas formado, queda la paciencia, porque un líder no se desgasta ante una sinrazón y solo espera el tiempo debido para que sea probada su posición que debe estar abierta a cualquier aditivo que la pueda enriquecer, queda la espera porque ella te permite el espacio para evaluar y estudiar los nuevos pasos que debes dar y finalmente queda la experiencia porque de lo vivido antes y lo vivido en el presente debes nutrirte buscando en tu biblioteca neuronal las cien mil soluciones que como líder tienes aun para brindar y donde sumaras este nuevo reto a ese banco de datos que te permitirá perfeccionar el liderazgo que ejerces, la gestión que conduces y hacerte aún más útil y productivo para todos los tuyos. Tenlo Presente.
Carlos O. Delgado C.
