20 de Agosto de 2018
Boletín No.322
El Honor en Palabras y en Hechos...
Venezuela No lo Olvides… Es Urgente Reilusionarnos como País.
Uno
de los Valores más importantes que debe cultivar el ser humano, y que en su
connotación profesional impacta al Líder, al Director o al Gerente, es el
Honor, un término que marca la gran diferencia entre la credibilidad, el
respeto, la empatía, el deber y el valor que se ofrece a un ser humano en
contraste a la persona que carece de este y del cual prácticamente no se espera
nada y por lo tanto su influencia sobre los demás será poca o nula en función
del liderazgo que deba ejercer. Por ello, quiero obsequiarles a fin de hacer
más didáctica su comprensión una enriquecedora lectura de un hecho ocurrido en
época de la Reforma y Consolidación de la República Mexicana en los tiempos del
Abogado, Político y denominado “Benemérito de las Américas” Don Benito Juárez.
Les
cuento, que a la caída de la ciudad de Querétaro,
quedó prisionero de los "Juaristas", el General Don Severo del
Castillo, quien fue condenado a muerte, y su custodia fue
encomendada al Coronel Carlos Fuero. En la víspera de
su ejecución
mientras
Fuero dormía fue solicitado por el General del Castillo, quien deseaba hablar
con él. Carlos - le dijo el General, - perdona que
te haya hecho despertar. Como tú sabes me quedan unas cuantas horas de vida, y
necesito que me hagas un favor. Quiero confesarme y hacer mi testamento. Por
favor manda
a llamar
al padre Montes y al licenciado José María Vázquez. Mi General: respondió el
Coronel Fuero, No creo que sea necesario que vengan esos señores. ¿Cómo? : Se irritó el General Del Castillo. -
Deseo arreglar las cosas de mi alma y de mi familia, ¿y me dices que no es
necesario que vengan el sacerdote y el notario? - En efecto, mi General -
repitió el Coronel.
-
No hay necesidad de mandarlos a llamar.
Usted irá personalmente a arreglar sus asuntos y yo me quedaré en su lugar
hasta que usted regrese. El General Don Severo se quedó estupefacto ante la
muestra de confianza que le brindaba el
joven Coronel Fuero, esta era extraordinaria. Pero, Carlos - le respondió
emocionado. - ¿Qué garantía tienes de que yo regresaré
para enfrentarme al pelotón de fusilamiento? Su PALABRA DE HONOR
mi
General,
le contestó
el Coronel Fuero. Si es así, ya la tienes, le dijo Don Severo
abrazando al joven Coronel. Salieron los dos y dijo Fuero al encargado de la
guardia: El señor General del Castillo va
a su casa a arreglar unos asuntos. Yo me quedaré en la celda en su lugar como
prisionero. Cuando él regrese me manda usted a despertar. A la mañana siguiente, cuando llegó al
cuartel el superior de Fuero, el General Sóstenes
Rocha, el encargado de la guardia le informó de todo lo sucedido. Corriendo fue
Rocha a la celda en donde estaba Fuero y lo encontró durmiendo tranquilamente.
Lo despertó moviéndolo y dijo: ¿Qué hiciste Carlos?, ¿Por qué
dejaste ir al General del Castillo? Ya
volverá le contestó Fuero. - Y si no lo hace, entonces me fusila
a
mí. En ese preciso momento se escucharon pasos en la acera. ¿Quién vive? gritó
el centinela. ¡México! respondió la vibrante voz del General del Castillo. Y
Cumpliendo su PALABRA DE HONOR volvía Don Severo para ser fusilado.
El
final de esta historia es feliz. El General Severo del Castillo, no fue pasado
por las armas. De este hecho se le
informó a Don Benito Juárez, el Benemérito, quien conmovido por la magnanimidad
de los dos militares, indultó al General y ordenó la suspensión de cualquier
procedimiento contra el Coronel Fuero. Ambos hicieron honor a su palabra. De
este hecho nace y se deriva la palabra "Fuero": tener
"Fuero" es tener un privilegio, que debe sustentarse en la PALABRA DE
HONOR y en un juramento… En la actualidad hemos olvidado lo que es tener:
"PALABRA DE HONOR" para eludir responsabilidades, evitar compromisos
y engañar, muchas veces hasta a los más allegados, a los amigos, a los compañeros
de trabajo, a los empleados, a los jefes, pero si asumimos
la labor de inculcar y reforzar la
acción de tener palabra: palabra de honor, nuestro equipo será garante por lo
menos en los espacios donde ellos se encuentren de una profunda hidalguía,
respeto, compromiso y de un exacto cumplimiento del deber.
Tratemos todos
entonces que
nuestras palabras y nuestras acciones estén impregnadas y vitalizadas por el
profundo decoro que brinda el Honor como elemento preponderante
en el quehacer humano y profesional de un Líder, un Director o un Gerente.
No lo Olvides.
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
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Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"
