04 de Abril de 2016
Boletín No.247
Cerrando
un Ciclo, con Puertas Abiertas y Cielos Abiertos…
Nuestra
Vida Humana y Profesional está inmersa en un constante proceso de cambios el
cual debe estar inspirado en lo positivo, todo esto, por aquello que expresa
que los elementos negativos se adhieren en ti al estar
y sentirte
estático,
y más aún, sino generamos ni producimos nuevas ideas, efecto
que finalmente impactará en la productividad personal y organizacional, basado
en estos conceptos siempre será conveniente tomar nuevos derroteros e inspirar
y expirar aires frescos que fomenten y nutran nuestro complejo mundo gerencial,
orientado así, los cambios siempre serán buenos.
Sin
embargo, un Líder, un Director o un Gerente, no puede dejar de evaluar
constantemente al tren ejecutivo que le acompaña, no puede ni debe accionar
visceralmente ni cambiar las cosas o las personas por simples caprichos o
banales comentarios, debe estar en grado máximo por encima de estas simplezas
que son indiscutiblemente lo que brindará el poder identificarlo como un
Gerente de Excelencia, brindándole reconocimiento humano a su prestancia y
considerándose empático con el entorno que labora para él lo cual dará brillo y
valor sincero a su gestión, por ello, debe manejar con criterio y verdadero
cuidado lo que implica un cambio en su entorno. Pero ineludiblemente siempre
existen situaciones sobrevenidas que también motivan cambios, ya sea en la actitud,
en la acción o sencillamente en el cargo que desempeñas, es así como expresaba
un conocido “… lo bueno no se cambia y si lo está haciendo bien, mucho menos…”
más allá de esto, nadie está exento de los cambios, por tanto, asúmelos con
entereza, con mirada altiva y hacia el futuro, ¡Cierra ese Ciclo¡ eso sí, Sin mirar atrás.
Es
aquí donde cobra valor una expresión escuchada en días pasados que
manifiesta “…
que
los hijos de Dios caminan hacia adelante, miran hacia arriba y siempre suben
escaleras…” esa es la Actitud.
Hemos
conversado muchísimas veces a través de estas líneas sobre los retos que debe
asumir el líder, bueno, el cambio es uno de ellos, ya que el mismo infiere
incertidumbre que a su vez activa capacidades y talentos para vencer el temor a
lo posiblemente desconocido pero de igual forma se activaran todos los
mecanismos y aprendizajes adquiridos que facilitaran absorber ese Cambio como
una excelente Oportunidad de Vida, a eso es lo que denomino visionar Puertas
Abiertas, porque al cerrar un ciclo se movilizan cualquier cantidad de
elementos humanos, efectos intelectuales y hasta espirituales que moldean la
personalidad y accionar del Líder llevándolo a cobrar fortalezas que conspiran
en contra de lo ya vivido y proyectándole hacia los nuevos retos, logros y un
gran porvenir, por ello, abre sencillamente la puerta que te corresponde, con
el ayer no puedes hacer nada e inspírate para vivir un presente donde se
construye tu futuro. Una vez traspasada la Puerta señalada, miramos hacia
arriba y nos encontramos con Cielos Abiertos, Azules y Limpios, eso lo
trasladamos a nuestro mundo gerencial con lo relacionado a lo nuevo, a lo
creativo, a lo distinto y a las nuevas potencialidades y personas que deberás
conocer para consolidar mejores y mayores objetivos, todo fluye y crece a
nuestro favor, de esa forma se asume el cambio, recuerda la jerga popular que
manifiesta “No
son
los hombres los que cambian tu destino, ellos no tienen esa capacidad, es Dios
quien los utiliza para entregarte nuevos retos y brindarte mejores logros y
mayores éxitos”
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
Carlos O. Delgado C.
CEO de Liderazgo en tu Día & Management
Trainer