domingo, 27 de mayo de 2018

28 de Mayo de 2018

Boletín No.314
Misión Reilusión (3) …
Reitero... Es urgente reilusionarnos como país.
En esta tercera entrega quiero que realmente pienses y actúes en la intención de saber y reconocer que en nuestra Venezuela y en los actuales momentos, ser optimistas inteligentes es “una obligación ética”, sabias que, existen empresarios que lo están haciendo muy bien, emprendedores que son pura pasión, que con esfuerzo, trabajo duro e ilusión han sacado adelante sus sueños, han generado riqueza y han creado puestos de trabajo. Solidaridad, ilusión, esfuerzo, trabajo bien hecho, gratitud, amistad, pasión, desafío, entusiasmo, energía, optimismo inteligente... son sólo algunos de los términos y expresiones que llenan estas líneas y que nos transmiten la importancia de reilusionarnos para superar las dificultades y, sobre todo, para poder ser más felices

Comenzaré hablándote de algo muy cercano a cualquier venezolano: la familia. La red familiar en Venezuela es uno de esos valores que nos hacen extraordinarios. Y es ejemplo para el resto de los países del mundo. Esa familia que en estos momentos difíciles está sirviendo de apoyo a muchas personas que han perdido su trabajo, que luchan diariamente por subsistir y que han visto cómo merma su salario. En ella todos contribuyen, como por ejemplo los abuelos que se hacen cargo del cuidado y de la alimentación de sus nietos, encontramos situaciones donde muchos jóvenes ya emancipados han vuelto a casa de sus padres porque no les alcanza el sueldo. Muchas madres  de más de 65 años y con la vida más o menos resuelta hacen una gran compra al mes para sus hijos o les ayudan a pagar sus obligaciones. Y es que, en Venezuela, la familia siempre está. Pero no sólo la familia. También quiero hablarte de los amigos. El valor de la amistad es importante en nuestro país. Son los mismos amigos que te recogen al niño del colegio si tienes que prolongar la jornada de trabajo, o los que lo acompañan a las actividades extraescolares cuando te reclaman en otro lugar. Son los amigos que te invitan a  cenar  a  su casa  cuando  las  cosas no marchan tan bien en el terreno económico y saben que no puedes permitirte muchos extras. O a los que llamas cuando has encontrado ese trabajo con el que soñabas o cuando te han promocionado en tu empresa. Son los amigos con los que compartes lo bueno y lo menos bueno que te sucede en la vida. Y en Venezuela siempre están ahí. Y es  que  la empatía, la capacidad de compartir y colaborar de los venezolanos es tal que somos un país puntero en donaciones y máxima solidaridad cuando de apoyar y ayudar al prójimo se trata, inclusive en las actuales circunstancias. Nosotros los Venezolanos ¡Somos  capaces de dejar hasta nuestros duelos a un lado y pensar en ayudar a un completo desconocido que nos necesita! somos tan generosos que decimos “SI”. Para que de nuevo, la generosidad de los venezolanos se evidencie y marque la pauta.
En el campo de la empresa tenemos muchos motivos para sentirnos orgullosos y afrontar con ilusión esta época complicada. Empezando por aquellos empresarios venezolanos que se atrevieron a convertir sus sueños y visión de futuro en realidad pero sin desmeritar a todos los honestos extranjeros que cruzaron el charco y demostraron su carácter emprendedor, por esto han sido muchos los que han llevado los productos venezolanos y la marca Hecho en Venezuela hasta lo más alto.  ¿Todavía piensas que no vale la pena reilusionarse por un país con gente así? Estos son sólo algunos de los motivos objetivos para reilusionarse. Hay infinidad de datos, cuantitativos y cualitativos, para creer en Venezuela y en los venezolanos. Puede parecer que cada uno de nosotros por sí solo no puede influir demasiado en cambiar a Venezuela, pero sí podemos si cada uno de nosotros se ocupa de mejorar “nuestro jardín” (nuestro lugar de trabajo, nuestra familia, nuestro entorno social más cercano, etcétera). Si miles y miles de venezolanos... mejoramos nuestro “jardín”, poco a poco se notará y seremos una gran y productiva hacienda llamada Venezuela.

Por todo esto creo, que ser Venezolanos no es una excusa para irle a llorar al Mundo por las cosas que Vivimos, ser Venezolanos es un gran privilegio que hoy se convierte en una verdadera Responsabilidad. No lo Olvides.

Estas líneas son guiadas por la palabra del gran conferencista español Luis Galindo de su libro “Reilusionrse, apasiónate por la Vida” y que serán adaptadas en varias entregas al caso Venezuela por Liderazgo en tu Día, esperando sean de su agrado, para la reflexión e influencia en tu quehacer humano y profesional.

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
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Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"

domingo, 13 de mayo de 2018

14 de Mayo de 2018

Boletín No.313
Misión Reilusión (2) …
Es urgente reilusionarnos como país.
Pienso que en el cuento relatado en la primera entrega (312) se refleja fielmente la realidad de la Venezuela actual. Y he querido iniciar estas entregas de esa forma porque nos invita a reflexionar. Venezuela podría ser perfectamente, el país del que viene el primer caminante. Pero es una cuestión de elegir y te pregunto: ¿en qué pueblo eliges vivir tú? En estos momentos, en Venezuela hay una especie de «depre» colectiva en la que estamos instalados desde hace demasiado tiempo y es urgente que salgamos de ella. Seguro que todos los que estamos leyendo estas líneas hemos necesitado en algún momento reilusionarnos en alguna faceta de nuestra vida: en el ámbito personal, en las relaciones de pareja, como  hijos o como padres; en el ámbito profesional, como directivos, como empleados, como empresarios... Pues  bien, considero que, en este 2018, es imprescindible que nos reilusionemos, ya no sólo en lo personal, sino también como país. Y lo sé.  La  situación  no  es fácil. Estamos pasando unos años muy complicados. Por eso, hoy más que nunca,  es  importante  que todos y cada uno de nosotros se convierta en un ejemplo de optimismo inteligente que nos haga reilusionarnos y contagiar esta ilusión a nuestro alrededor. Un ejemplo de esto se aprecia en el tenista español Rafael Nadal ¿Crees que es fácil para Rafael Nadal ganar torneo tras torneo hasta alcanzar el número 1 del ranking? Este deportista es un ejemplo de constancia, de esfuerzo y de superación. En una entrevista antes de jugar la final de un Roland Garros en París, le preguntaron qué hacía ante un partido especialmente difícil, qué hacía tras perder un set especialmente importante. ¿Sabes que contestó?: «Poner el doble de ilusión y el doble de pasión». Nadal  lleva  conquistados hasta hoy diez Roland Garros entre 2005 y 2017. Por eso, ante lo complicado de nuestra situación país, ¿de verdad estamos poniendo el doble de pasión y el doble de ilusión? Ahora, somos nosotros a los que nos toca jugar ese partido difícil. Por eso te reitero,  ante esta situación objetivamente complicada, ¿estás poniendo el doble de pasión y el doble de ilusión? Tenemos que ganar este partido y podemos hacerlo porque está en nuestras manos. En las tuyas, en las mías y en las de todos los Venezolanos. Porque para reilusionarnos como país es necesario que todos y cada uno de nosotros nos convirtamos en un ejemplo de pasión, vitalidad, entusiasmo e ilusión.

Debemos ser ejemplares en  nuestro lugar de trabajo, en nuestro entorno, con nuestra familia, con nuestros amigos... Debemos mostrar siempre lo mejor de nosotros mismos. ¿Te atreves? El caso de Rafael Nadal es sólo un ejemplo de los muchos que quiero compartir contigo para ser conscientes que tener ilusión en la Venezuela de hoy vale la pena. En Venezuela tenemos mucho de estos ejemplos, tal es el caso de Deyna Castellanos brillante futbolista de la selección femenina y de trascendencia internacional, Yulimar Rojas atleta de gran excelencia o Robeilys Peinado orgullos de nuestra patria, no solo por sus éxitos sino por el empeño, pasión y esfuerzo que colocan en sus fibras para lograrlo. Como ellas, hay comportamientos ejemplares que son el modelo a seguir si lo que queremos es recuperar la ilusión y dejar de ser el país del primer caminanteAhora te digo, no lo somos. Somos por el contrario un pueblo extraordinario con gente inmensamente extraordinaria.

¿Estás dispuesto a hacer ese esfuerzo extra y sacar lo mejor de ti?  Entonces recuerda, somos un país extraordinario, un pueblo extraordinario, con gente verdaderamente extraordinaria, No lo olvides.

Estas líneas son originales del gran conferencista español Luis Galindo de su libro “Reilusionrse, apasiónate por la Vida” y que serán adaptadas en varias entregas al caso Venezuela por Liderazgo en tu Día, esperando sean de su agrado, para la reflexión e influencia en tu quehacer humano y profesional.

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Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"
07 de Mayo de 2018

Boletín No.312
Misión Reilusión (1) …

Son muchos los que en este hermoso país se han contagiado de un entorno negativo y están perdiendo la ilusión y no discuto sus respetadas razones, particularmente cuando a todos nos toca de alguna u otra manera o de todas las maneras. Por ello, quiero contagiarte de ilusión, y en este breve escrito que se hará en varias entregas voy a darte motivos objetivos para que te reilusiones por y con Venezuela. Comenzaré con una historia:

Una tarde de primavera, un viejecito disfrutaba del sonido de los pájaros sentado sobre una piedra, junto a un pozo, en la entrada de un pequeño pueblo. A lo lejos vio que un caminante se acercaba y se dirigía hacia él. Cuando logró distinguirlo, observó a un hombre joven que portaba un pequeño hatillo en el que, al parecer, llevaba sus pertenencias. Cuando se dio cuenta ya estaba delante de él, y tras un breve saludo inició una conversación: —Este pueblo parece bonito, venía pensando en quedarme una temporada. ¿Vive usted aquí? — preguntó el caminante. —Sí, por supuesto —respondió el anciano—. ¿Puedo ayudarle en algo? —Pues hay algo que me preocupa. Antes de instalarme me gustaría saber cómo es la gente del pueblo. — ¿Cómo era la gente de los pueblos en los que usted ha vivido hasta ahora? —se interesó el viejecito sin contestar a la pregunta. Sin apenas pensarlo, el caminante dijo: —Pues eran personas que siempre estaban hablando de lo mal que iban las cosas. Era gente que siempre estaba esperando que otros les solucionaran sus problemas. Mis anteriores vecinos eran gente que no valoraba, no agradecía, no disfrutaba de las cosas que iban bien. Era gente que había perdido la ilusión. Rápidamente, el anciano contestó: —Aquí la gente es igual. El caminante, desilusionado, se marchó sin apenas echar un vistazo al pueblo ni despedirse. Esa misma tarde, unos minutos después de marcharse el primer caminante, llegó al valle otro joven viajero. Al ver al viejecito sentado junto al pozo, le comentó que el paraje en el que se encontraban era precioso. El caminante le confió al anciano su intención de quedarse un tiempo a vivir en el pueblo, pero le confesó que le preocupaba saber cómo serían sus nuevos vecinos. El viejecito, pensando en el anterior caminante, le hizo la misma pregunta: — ¿Cómo era la gente de los pueblos en los que ha vivido hasta ahora?— Pues eran personas que veían la realidad con objetividad, que veían las cosas que iban bien y las que no iban bien, pero no perdían ni un minuto en quejarse de lo que no iba bien, sino que trabajaban para intentar arreglarlo en la medida de sus posibilidades. Era gente que disfrutaba, que agradecía, que valoraba lo que la vida les iba dando. Y añadió: —En los pueblos donde he vivido, mis vecinos hacían un esfuerzo enorme por mantener la ilusión en un entorno que en muchos momentos no era nada fácil. El viejecito, sin un atisbo de duda, respondió rápidamente: —Pues aquí la gente es igual. 

Minutos después se acercó al viejecito un labrador empapado en sudor que estaba trabajando la tierra unos metros más allá y le dijo bastante sorprendido: — ¿Cómo le ha dicho usted cosas tan diferentes a los dos caminantes si le han hecho la misma pregunta? El viejecito respondió: — Porque cada uno va a encontrar lo que está preparado para encontrar, porque cada uno va a ver lo que está esperando ver.

Estas líneas son originales del gran conferencista español Luis Galindo de su libro “Reilusionrse, apasiónate por la Vida” y que serán adaptadas en varias entregas al caso Venezuela por Liderazgo en tu Día, esperando sean de su agrado, reflexión e influencia en su quehacer humano y profesional.

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