domingo, 16 de abril de 2017

17 de Abril de 2017


Boletín No.281

y … ¿Por qué Luchar?

Cuando pensamos en un término como este, saltan a nuestra mente cualquier cantidad de impresiones, nuestra vida, los hijos, la familia, el desarrollo profesional, el mundo, nuestro país, una casa más grande, un auto del año, mayores ingresos, etc. Sin embargo, todo depende a la vez de un poderoso y débil hilo comunicacional interno que se traduce en inspiración, fe, optimismo, constancia, trabajo, caídas, oportunidades, momentos, motivación, ganas de hacer y de crecer, entre otros. Hemos sido creados para ser grandes y prósperos pero eso depende de una decisión, de tu decisión. Hemos sido dotados de talentos, potencialidades, y capacidades que cuando analizamos nuestra vida nos damos cuenta que no hemos utilizado ni siquiera la mitad del porcentaje que poseemos, y peor aún, reconocemos que podríamos haber dado más.

Para un Líder, un Director o un Gerente, luchar implica su grandeza, no es menos cierto que el término en su acepción original implica combate o enfrentamiento, que en nuestro caso, debe esgrimirse como el enfrentarse a la mediocridad, a la determinación de no obtener logros a medias, a dar la cara y vencer los obstáculos que afecten la consolidación de una meta. A eso se denomina luchar en el mundo gerencial.

Luchar infiere respaldar a los tuyos, hacerlos y verlos crecer inspirándolos para que sean mejores cada día, es enfrentarse consigo mismo de ser necesario y con tus humanas limitaciones para construir en ti un modelo que sirva de ejemplo para los tuyos. Luchar por tener un equipo, una organización u empresa, un mejor país, con bienestar y oportunidades que sean tangibles no solamente en el aspecto económico, sino también en la calidad de vida que todos merecemos, solo se obtiene con tu entrega total a esa lucha.

Luchar implica aferrarse con ganas a mejores consecuencias en base a nuestras decisiones, a la búsqueda incesante de óptimas virtudes que están dentro de nosotros clamando por salir y que muchas veces ni siquiera sabemos que las poseemos. Es consolidar nuestras ideas en base a positivos argumentos que convenzan y no se impongan, ni mucho menos, destruyan al adversario natural o la competencia, siendo este un ser al que no debemos ver jamás como enemigo, sino, como al individuo que tiene una concepción y visión distinta a la nuestra la cual merece ser evaluada, considerada y respetada.

Existen mil motivos y razones porque luchar, desde minúsculas metas hasta grandes proyectos, debemos intentar día tras día y sin cansancio el convertirnos en seres indispensables, que seamos extrañados por nuestro ímpetu y valor para enfrentar los retos, que nuestra lucha interna por todo lo que aspiramos ser se traduzca en esa lucha que todos la puedan notar al ver que logramos el objetivo, y con ello, inspirar mayores luchas y desafíos. Luchar implica no rendirse, es continuar en toda hora, perseguir los sueños y destrabar el tiempo, es sencillamente apartar las nubes y destapar el cielo donde podamos obtener el infinito de nuestras aspiraciones, y con ellas, compartir el camino vivido para permitir que nuestro entorno crezca con nosotros, teniendo en cuenta, que para lograrlo siempre estarás signado por la palabra Lucha. Eso hará que valga la pena el trabajo incesante y dará sentido a comprender porque debemos Luchar.

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.

Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"