domingo, 6 de noviembre de 2016


07 de Noviembre de 2016

Boletín No.268

Gerente Profesional, Gerente Con Espíritu…

Siempre he dicho que transitar el camino del Liderazgo y desarrollarse en su respectiva área de impacto no solo se basa en los conocimientos o títulos que puedas poseer, en el cargo que ocupas o en el tamaño de tu oficina por hablar de cosas intrascendentes pero sin desmeritar su importancia. Sin embargo, convertir ese ejercicio en una tarea verdaderamente efectiva pasa por elementos de suma importancia como el reconocimiento de valores, virtudes y hasta la actitud necesaria para conquistar corazones, generar empatías y consolidar sinergias que permitan y faciliten el logro de objetivos.

Es en este momento donde el peso y gran valor de tus acciones se activan mediante elementos intangibles pero que se perciben en como llegas y transmites a los demás, en como capturas su atención y como los convences con palabras certeras y llenas de propiedad que deben convertirse en acción y ganas de lograr.
Es considerar y evaluar, observar y conocer a quienes te acompañan lo que genera la gran diferencia, existirán resistencias y personas que en su estructura no aceptaran los cambios que de alguna forma necesites acometer, es más, muchos se quedaran en el camino, pero no los pierdas de vista, porque de ellos te puede servir alguna experiencia y sobre todo el aprendizaje que dejan en tu proceso gerencial. 

Dice un sabio proverbio que Crecer Duele, pero que grato es nutrir tu camino de un bagaje de experiencias que te convertirán en más profesional, en mejor gerente y sobre todo en más humano, que el entorno te reconozca no solo como el ser que ordena, sino por ser el humano que escucha, que comprende, que atiende e infunde inspiración a los suyos.
Es tener la capacidad de ser un elemento preparado para convertir la amabilidad en disciplina sin ser tocado por la debilidad, es hacerse escuchar sin gritos sin perder el rigor de una instrucción inmediata que deba cumplirse y sin embargo encantar con el detalle de una palmada o una corta sonrisa.

No te conviertas en un ser coleccionador de papeles en la pared, que si bien tienen su mérito por ser garantes de logros profesionales jamás nivelaran al prestigio que implica la calidad humana, jamás he visto el abrazo de un Diploma pero si he presenciado la ayuda fructífera de un ser humano tendiendo su mano a otro que le necesita, consolidando una sonrisa, o asumiendo un abrazo de protección cuando es necesario, hace falta lideres humanos, gerentes humanos, profesionales humanos, que conviertan su acción en logros potenciales para su organización pero sin olvidarse que no nacieron aprendidos, que deben compartir y ayudar a crecer a los demás, que entiendan que serán grandes cuando su equipo sea más grande que él, porque su trabajo y vigor les llevó a ese sitial, les aseguro que ese vital reconocimiento le hará trascendente y permanecerá en ellos más allá de un simple cargo, así dejaras de ser solo un Gerente Profesional y te convertirás en un Gerente con Espíritu.
 
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos
y un Respetuoso Abrazo Virtual. 

Carlos O. Delgado C.     
CEO & Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"