domingo, 17 de marzo de 2019

                            18 de Marzo de 2019

Boletín No.343
Blackout...                                                                                                                   
                                                                                                     
Un Líder, un Director o un Gerente, no está exento de entrar en periodos de carente luminaria, de falta de creatividad e inclusive de poco aporte en relación a los niveles de solución que se esperan de él, sin embargo, actuando con la concebida inteligencia y sabiduría puede sobreponerse al blackout de inspiración que en algún momento le puede sobrevenir entendiendo primeramente su carácter humano y segundo asumiendo que no es el dueño de la razón y que por tanto necesita de apoyos y asesorías que le pueden potenciar en esos instantes oscuros de su quehacer profesional.

Esta situación existe y se observa más de lo que pensamos, es por ello que se hace vital rodearnos de personas que sumen y no resten, que inspiren confianza en sus acciones y decisiones, y que estén dispuestas a contribuir con sus aportes en las distintas circunstancias que pudiesen mermar las capacidades del líder. Ante esto, no es descabellado que una de las primeras tareas en las que debe invertir su tiempo un liderazgo eficiente es en la conformación de un verdadero equipo que en algún instante le corresponda asumir con entereza el control de los niveles de liderazgo, todo ello necesario para lograr los objetivos y así poder consolidar estrategias y soluciones optimas que se traduzcan en éxitos para la organización; estrategias y soluciones obviamente inspiradas por su líder pero llevadas a cabo por conocimientos diversos que solo están unidos por el criterio claro de quien los ha conformado.
Es así, como orientados al logro se llega a superar los blackout gerenciales que de vez en cuando pueden trastornar la productividad humana, profesional y organizacional, contrarrestándose este efecto mediante el reconocimiento por el valor del otro, delegando, generando empatía y confianza, permitiendo y facilitando el sincero aporte, sin egoísmos de ninguna especie y esencialmente enfrentando nuestras limitaciones humanas que muchas veces se imponen sobre los aspectos que puedan rodear a la organización y como fin último a los objetivos que en ella se persigan. Reconocer que en algún momento el líder es susceptible de opacarse, de retraerse, de perder la musa por periodos de tiempo, ya sea por condición humana o simplemente porque necesita renovarse y encontrarse consigo mismo se hace importante en función del equipo que le acompaña a fin de evitar la incertidumbre que en la conducción del mismo pueda generarse. Por ello, es fundamental que construyamos un equipo poderoso que posea excelentes capacidades, con inspiración y mucha actitud, para que asuma un rol de liderazgo que permita respaldar al líder ante cualquier revés.

Entiendan, la directrices siguen, el liderazgo permanece, los objetivos se alcanzan y los éxitos se logran, porque ante un blackout del liderazgo formal cualquier elemento formado por este siempre tendrá la capacidad y el deber de consolidar los objetivos programados y con ello la batalla estará ganada. No lo Olvides. 

Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
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