lunes, 22 de enero de 2018

                                                                                                                                      22 de Enero de 2018

Boletín No.300

¡Remuevan la Piedra!...                                                           

Existen momentos en la vida donde nos encontramos en circunstancias, períodos y realidades que ameritan la renovación, el cambio, la aplicación de nuevas estrategias y hasta la ruptura de paradigmas para lograr objetivos que te lleven a conquistar nuevos horizontes, situaciones que en otros momentos de nuestro existir ni siquiera hubiésemos considerado. Existen momentos de sopesar las cosas y evaluar, por ejemplo lo que en algún instante significó una excusa para no dar los pasos en los que ahora te encuentras o que posiblemente en algún momento te toque afrontar pero bajo la premisa de una sabia y certera decisión de vida. Recordando, que nada va pasar si tú no quieres, si no te atreves y obviamente si no vences los miedos que pueden atarte a la llamada zona de confort, reiterando que en base a esto hagas una concienzuda valoración de tu yo, del entorno y del impacto que se pueda generar.
                                                                  
A un momento similar al que me refiero de enfrento Jesús de Nazaret cuando le toco recibir el trastorno personal que le significo la muerte de su amigo Lázaro. En virtud de esto analicemos. Primeramente Jesús arribo con cuatro días de retardo con respecto al fallecimiento, otra motivación a considerar en este pasaje es el amor y profundo afecto por esa amistad, la otra situación que debe valorarse es el entorno, las personas y el objetivo. Todos querían en su interior que el Señor Jesús en su misericordia realizara ese milagro, sin embargo desde la perspectiva humana solo podían ver la muerte y lo imposible de lograr que reviviese a Lázaro, de igual forma existía un pensamiento común, comprometido pero muy interior con el objetivo de una resurrección, acción que nadie sabía si se podía producir. Por otra parte, verdaderamente Jesús tiene el incuestionable poder para realizar dicho milagro pero con una formidable entereza ante el dolor que sentía, aun recibiendo cuestionamientos diversos por los cuatro días que tenía Lázaro de fallecido, aunado al escepticismo e incredulidad de muchos de quienes le rodeaban les involucro a todos y pronuncio las poderosas palabras “¡remuevan la piedra!” acción acatada de inmediato y que dio origen al milagro ya conocido de la resurrección de Lázaro, ahora bien, si Jesús tiene el poder sobre la vida y la muerte ¿cuanto más no lo tendría para remover una piedra?, sin embargo, todo se produjo a partir de ahí al solicitar y con voz de líder exigir “¡remuevan la piedra!”. 
                                                               
Basado en lo descrito solo te puedo decir que para tomar una decisión no existe tiempo definido lo que si debes hacer es decidir, entendiendo que entre más tardes en decidir más tarde veras los beneficios, lo otro que debes sentir es fe, amor, confianza en ti mismo y respeto por lo que quieres y por lo que haces, siendo esta la principal motivación de un Líder, un Director o un Gerente, otro aspecto a considerar son las personas, el equipo y el entorno, respétalos, escúchalos, pero no dejes que el pesimismo y el escepticismo de algunos bloqueen el norte que has declarado como objetivo, dale a cada quien su peso y espacio pero recuerda que la influencia nace de ti por lo tanto eres tu quien marca la pauta hacia el logro porque cada miembro del equipo está esperando lo mejor de ti, no lo olvides. Ante la adversidad genera creatividad convirtiendo el obstáculo en una gran oportunidad. Es cierto, por razón del liderazgo que ejerces tienes una cuota de poder que te pertenece pero recuerda, nada puedes por ti solo, ¿Qué harías con tu liderazgo sino tienes un equipo que te respalde? Por lo tanto, involucra a tu gente en la consecución de un objetivo donde ganen todos y todos sientan la satisfacción de alcanzar ese objetivo, cada quien haciendo su parte y contribuyendo al éxito de la gestión, no pierdas el ejemplo de Jesús y pronuncia las poderosas palabras de acción que dan principio al logro “¡remuevan la piedra!” y una vez despejado el obstáculo conseguirás la luz y el éxito que merecen tus decisiones convirtiendo en posible lo que parecía un gran imposible. 

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.

Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"