11 de Febrero de 2019
Boletín No.341
Lidiando con la Presión Gerencial...
Venezuela, No lo Olvides… Es Urgente Reilusionarnos como País.
Las
competencias adquiridas, y sobre todo, la capacidad de aprender nuevas
habilidades priman
actualmente sobre títulos, y diversos grados académicos. Los
profesionales de distintas áreas y en especial los de Talento Humano tienden
cada vez más a demandar otro tipo de habilidades que van más allá de la
experiencia académica, como son, la adaptación al cambio, la capacidad de
completar tareas en tiempo reducido, saber soportar el estrés, trabajar y
organizarse bajo presión, entre otras.
Si
bien no todas las personas tenemos la misma capacidad de realizar nuestras
funciones bajo circunstancias adversas, manteniendo al mismo tiempo un buen
ratio de eficiencia, el trabajo bajo presión es una habilidad que todos podemos
aprender. Se trata de saber cómo gestionar el
estrés y organizarse correctamente para cumplir con nuestros
objetivos. Coincidiremos que en la actualidad el nivel de presión que
manejan los Directivos y las organizaciones es cada día superior, la
competitividad del mercado laboral es cada vez mayor y con ello también lo
es el nivel de exigencia de las empresas. En estos momentos, trabajar bajo
presión ha pasado de ser un requisito para determinados puestos laborales y
pasa a convertirse en una competencia profesional cada vez más exigida por la
mayoría de las organizaciones. Se trata de sacar más trabajo, con mejor calidad
y en menos tiempo. Por último, la polivalencia profesional es también
una de las razones por las que el trabajo bajo presión se está convirtiendo en
una competencia tan requerida. Sin embargo, ¿es
sano trabajar bajo presión? Si no estamos acostumbrados a trabajar bajo
altas exigencias, lo más probable es que la situación derive
en desequilibrio físico y emocional, conocido como estrés laboral y con su
concebido impacto en el individuo.
Los
expertos en recursos humanos aseguran que, inicialmente, trabajar bajo
presión puede optimizar la actividad del individuo, y
en
consecuencia, aumentar su productividad. No obstante, si el Líder,
el Director
o
el Gerente
no
saben manejar este tipo de situaciones, aumentará su cansancio, generará
estrés, y disminuirá su rendimiento. Es por ello que para ser productivos y
contar con la habilidad para trabajar bajo presión, debemos tener en cuenta que
debemos: Planificar, Organizar, Priorizar, Concentrarnos en los asuntos
importantes, Delegar y Saber decir que “no”
Asimismo,
desde nuestra concepción como líderes, directores o gerentes debemos coadyuvar
a gestionar la presión de una forma efectiva, primero en nosotros y luego en
nuestro equipo activando en todos los casos otras condiciones individuales que
nos faciliten canalizarla y que ayuden a superarla. Algunas de estas cuestiones
están basadas en los siguientes parámetros a saber: Ser conscientes de que la
salud es primordial, dormir mínimo 7 horas diarias, realizar actividades
deportivas, disfrutar de vacaciones, desconectándose de la oficina y
fundamentalmente ser muy organizados.
Por
ello, tal como lo expresa el especialista Javier Caparrós, “Trabajar bajo
presión no puede ser nunca sinónimo de estrés; de lo contrario dejará de
ser una competencia para convertirse en un problema humano y organizacional.
Por eso
es importante que nuestros colaboradores sean capaces de cumplir con múltiples
tareas en el menor tiempo posible, pero sin descuidar bajo ningún concepto el
descanso y su vida personal” No lo Olvides.
(*) Gracias
observatoriorh.com por los conceptos y aportes
Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
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