24 de Septiembre de 2018
Boletín No.326
En Shock...
No lo Olvides… Es Urgente Reilusionarnos como País.
Se
define Shock desde el punto de vista emocional a una reacción de estrés agudo
conocido también como choque emocional siendo esta una condición psicológica
que surge en respuesta de un evento traumático según manifiesta la medlineplus
enciclopedia
médica.
Ahora bien, en el entorno personal y gerencial
nadie
está exento de situaciones que generen impacto, parálisis y confrontaciones
internas con el yo que faculten al hecho de quedar en ese estado de conmoción
anteriormente citado denominado Shock, sea esto por respuestas y acciones no
esperadas, por evidencias y demostraciones con las cuales no se contaba e
inclusive por acciones y reacciones de personas y colaboradores del equipo que
sean muy cercanos y que debilitan el espíritu y merman la actitud, situaciones
que afectan las creencias y hasta dañan el sentir, todo ello porque el Líder,
el Director o el Gerente a pesar de su condición o posición organizacional no
deja de padecer y sentir en su aspecto humano, siendo este elemento propicio
para denotar la conexión emocional que vincula a ese hombre o mujer con un
entorno de conexión afectiva y empática que le hace valorar lo que le es propio.
Cuando
un Líder, un Director o un Gerente se enfrenta a situaciones que colocan en
riesgo sus objetivos, sus logros, su trabajo, su entorno, trastoca a su
personal, a su vida y a los suyos, y
más allá de esto, cuando existen situaciones
inesperadas que pueden llegar a desenfocarlo, lo primero que debe hacer es
asumir su encuentro con la adversidad, para posteriormente desahogarse, drenar
su malestar, asumir el impacto y reaccionar ante él, porque toda acción genera
una reacción, esto con la ecuanimidad y madurez que le permita ver el panorama
con sobrada realidad, ver las distintas aristas de la problemática para poder
orientar con sabiduría e inteligencia una acertada decisión que lo lleve a la
acción definitiva. Ante el impacto que le genera un shock debe medir sus
palabras, tratar de ser justo pero directo, marcar su posición y no ceder
en sus
principios y valores los cuales no se negocian y mucho menos por acciones de
terceros que no consideraron el estimado costo de formar y construir una
relación, porque lo que más daña en la mayoría de los casos “no
es
el que,
sino
el
quien” genera
ese
shock
emocional en el marco de la gestión y lamentablemente este acto se encuentra
muy asociado a un elemento cercano, aliado, amado o de alta estima para el
Líder, lo que debe conllevarte a ser previsivo en lo que respecta a quien
entregas tu confianza, tu afecto, tus ideas, tu lealtad, el respeto y sobre
todo el valor de tus sentimientos.
Nadie
es ajeno a sentir un choque emocional, en el entorno
organizacional y mucho menos en lo personal, recordando precisamente que la
vida se trata de relaciones constantes y diarias que pueden catalogarse de
básicas, efímeras o eventuales como también las hay profundas duraderas y estables,
pero en todos los casos tienes que entender que la esencia de esa relación se
limita a la acción de un individuo, un ser humano susceptible de fallar, de
equivocarse, pero también capaz de enmendar, rectificar y asumir su
equivocación con respecto al shock ocasionado, contexto que dará paso a la
magnanimidad del Líder a menos que sea una situación realmente insalvable. Entiende,
que
ante estos casos debes asumir una actitud resilente,
sacudirte el polvo pararte y seguir adelante, descartar la situación de tu vida
pero teniéndola presente con el propósito de asumirla como una
experiencia
que te ayudará
a
crecer, la oportunidad para entender lo que no debes permitir y para fortalecer
el respeto por ti mismo que siempre debe prevalecer. No lo Olvides.
Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
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Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"
