domingo, 18 de febrero de 2018

19 de Febrero de 2018

Boletín No.303

A pesar de Todo, No te Entregues...

Vivimos en la actualidad en un mundo altamente convulsionado por factores sociales, políticos y económicos que impactan de igual forma a nuestra localidad, llámese esta, países, empresas, organizaciones, entornos, hogares, lo cual influye proporcionalmente en la vida, en tu vida o en nuestras vidas con carácter modificante, generando incertidumbre, desasosiegos, mermando nuestras capacidades, una vida que nos hace observar lo peor del ser humano, la indolencia, la pasividad, el conformismo y la ausencia de valores que finalmente corroen a la sociedad, a las instituciones y como último al núcleo que conforma la vida de una nación, la familia y con ello al corazón y el alma de sus integrantes, situación solamente transformable por un Líder, un Director o un Gerente con una entrega, amor y pasión determinada por la excelencia. 

Pero a pesar de este panorama tan desalentador que podemos recrear diariamente con solo leer la prensa, caminar una calle, ver un noticiero o adentrarnos en la redes sociales queda en nosotros el poder de resilencia, de afianzarnos en los valores espirituales y humanos sembrados por nuestros mayores para fortalecer el trayecto de vida que nos ha correspondido transitar, aunado al ejercicio moral y cívico que como ciudadanos poseemos en nuestros genes integrados por células de logro, de triunfo, de éxito, de responsabilidad, de respeto, de excelencia y sobre todo de virtudes que se fueron constituyendo para crear al hombre y mujer que ahora somos, genes que potencialmente también lo integran valores espirituales y de fe que te hacen creer y confiar a pesar del entorno en que todavía existen esperanzas para consolidar un mundo mejor, un país de ensueños, una sociedad aquilatada, una empresa al servicio de la gente y un hogar de excelencia con fuertes pilares arraigados en valores. Dijo Jesús una vez “que lance la primera piedra el que esté libre de pecado” por eso igualmente decimos que errores hemos cometido todos, nadie está exento de ellos, por eso Jesús también expresó “…tus pecados te son perdonados anda y no peques más…” es así, que de igual forma podemos manifestar que el modelo humano es perfectible y adaptable a condiciones que lo adecuen a retomar su esencia buena y productiva, por ello es función, responsabilidad y compromiso del Líder, Director o Gerente cada quien en su espacio y entorno retomar en su equipo y en las personas que lo integran la formación, la inducción y estimulación de los valores esenciales del humano para poder así transformar desde la simiente lo que deseemos consolidar como un objetivo de magnificencia que puede ser según la situación, una persona, un equipo, una organización, una comunidad, o un país. Para el individuo que sustenta su liderazgo en profundos valores la tarea no es fácil, por el contrario debe sembrar cada día, debe regar cada día con el rocío del ejemplo, da la constancia, y la disciplina al mejor campo que tiene para lograr sus objetivos, debe inspirar en cada instante, debe asimilar con valentía sus equivocaciones y aun así aprender y enseñar en base a ellas para que su gente le observe como persona cercana y como ser humano.

Un Líder, un Director o un Gerente debe abrazarse a lo mejor y más excelso de sus Creencias, Valores y Principios para poder infundirlo en los demás, un Líder no se Entrega, es el individuo llamado a organizar las transformaciones esenciales requeridas para repercutir en los cambios de excelencia que se aspiran en cualquier medio u entorno, un Líder impacta desde su espacio, desde su yo interno, desde su personalidad y lo exterioriza a los suyos para brindarles herramientas potenciadoras que enriquezcan los avances necesarios que sean merecidos, un Líder hace ver a los suyos de lo que son capaces bajo la orientación que sea descubierto por ellos mismos, un Líder sabe y entiende que esta tarea no es fácil ni sencilla, un líder sabe que muchas veces la siembra no brinda el producto con la calidad que se esperaba pero vuelve a sembrar, un Líder no se entrega a pesar que desfallezca en algún instante por el fragor de su responsabilidad, por el contrario se nutre de la adversidad para demostrar que transformar a los suyos en la mejor opción que tiene en sus principios y valores, por eso un Líder a pesar de todo no se entrega, solo continua, persiste y triunfa.

Dios les Bendiga, mis Mejores Deseos y un Respetuoso Abrazo Virtual.
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Carlos O. Delgado C.
CEO y Management Trainer de "Liderazgo en tu Día"